Sin duda alguna, la vida está llena diariamente de decisiones, unas difíciles, otras no tanto, pero es vital aprender a tomar siempre las mejores para tener resultados que nos beneficien
Foto: Agencias
Lo principal que tenemos que tener en cuenta a la hora de tomar una buena decisión es que hay que estar claros que vencer el miedo que genera el hecho de pensar en el futuro es vital, debido a que toda decisión tomada hoy repercute en el mañana, luego evaluar que visión del futuro se tiene, que metas hay en mente y cuales son factibles y medibles sin «Mentirnos a nosotros mismos», así lo afirma la doctora en Ciencias Políticas Julia Alcibiades.
Para aprender a tomar las mejores decisiones también hay que entender en qué contexto estamos y si es necesario realizar los cambios pertinentes; también es importante saber diferenciar entre querer y poder porque esto determinara que la decisión sea positiva.
Julia Alcibiades afirma que « Si no es favorecedor, no se debe mediar con el proceso decisorio»
Desear lograr algo, y razonar las decisiones deben ir tomados de la mano. Debido a que toda decisión aportará algo al futuro, también es ideal contar con un «plan b», esto es, por si las cosas no se dan como se esperan, o no se evaluaron las consecuencias de manera efectiva, así lo señaló el doctor en Ciencias Sociales Pablo Lira, él afirma «hay que resolver y evolucionar».
En este sentido, es relevante contar con al menos dos visiones, evaluar la situación de manera realista, contar con un espíritu crítico de uno mismo y de lo que se hará, que se dejará de hacer por ello, y finalmente: tomar la decisión.
Los especialistas también afirmaron que si se toma una mala decisión será necesario reconocerlo, aprender y mejorar, lo importante es seguir avanzando.
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