Efectivos del CICPC levantaron el cuerpo y lo trasladaron hasta la sede de la morgue forense local
Foto: Alfredo Chinaleong
Maracaibo — El constante reclamo por la venta de un respuesto para su Mitsubishi Signo le costó la vida.
Nicky Gabriel Hernández (38), quien era taxista, había discutido durante cuatro días seguidos con su homicida porque la bomba de la gasolina de su automotor se la había vendido dañada.
Todo ocurrió en el taller mecánico del padre del hoy occiso, cuando al lugar, llegó un presunto sargento de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), a quien los familiares de la víctima solo supieron identificar como «Gerardo» .
«Gerardo llegó al taller y enseguida Nicky le reclamó por la bomba, se dijeron groserías y se fueron a las manos». Manifestó Franklin Segovia, tío de Hernández.
La discusión pasó a mayores y tras unos cuantos puñetazos, el supuesto gnb sacó un cuchillo con el que apuñaló en tres ocasiones a su víctima a la 1:00 de la tarde de ayer.
Una primera puñalada rasante en el estómago, la segunda en el pecho y la que finalmente lo mató en el cuello, a la altura de la vena orta.
La madre de Nicky y un vecino lo llevaron hasta la emergencia del Hospital General del Sur, en donde ingresó sin signos vitales.
El infortunado era casado, no deja hijos y residía a escasas cuadra del lugar del hecho.
Del asesino se desconoce el paradero.
Efectivos del CICPC levantaron el cuerpo y lo trasladaron hasta la sede de la morgue forense local.
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