Los presos, pese aceptar las condiciones establecidas en la mesa de trabajo con las autoridades de la Secretaría de Seguridad y Orden Público, prácticamente salieron con las tablas en la cabeza. Las internas cuestionaron las declaraciones de Meza y dijeron que no son ningunas prostitutas ni ofrecen servicios sexuales
Foto: Edwin Urdaneta
Sur del Lago — La comisión que arribó desde Maracaibo a tratar de calmar el hambre hecha huelga que iniciaron el lunes los más de 300 detenidos del Centro de Arrestos Preventivos San Carlos, en Colón, logró levantar la manifestación, sin que esto signifique el cambio del director de seguridad del recinto, el comisionado Aufolgaby Meza, se hicieron acompañar por la Defensoría del Pueblo.
Los presos, pese aceptar las condiciones establecidas en la mesa de trabajo con las autoridades de la Secretaría de Seguridad y Orden Público, prácticamente salieron con las tablas en la cabeza. Las internas cuestionaron las declaraciones de Meza y dijeron que no son ningunas prostitutas ni ofrecen servicios sexuales.
Meza, quien dijo a la prensa que la huelga de hambre se debía a un pase de factura por haber descubierto una red interna de prostitución, fue regañado por el comisionado Yber Caruzo, director de Asuntos Penitenciarios de la Secretaría de Seguridad de la Gobernación. «Eso es totalmente falso, eso fue un momento de debilidad del funcionario, él no tiene pruebas», agregó.
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A su salida del recinto carcelario Caruzo reconoció las fallas del lugar y manifestó que evaluarán los traslados a instancias judiciales, se establecieron normas de visitas, se amplió una hora más la estadía de los familiares, además de tomarse en cuenta mecanismos para el ingreso de la comida y artículos de aseo personal que, según los presos, quedan en manos de los policías, más específicamente de Meza de quien agregaron los agrede física, verbal y psicológicamente.
La autoridad se lavó las manos argumentando que las decisiones de remoción de un jefe de seguridad están en manos de Biagio Parisi, secretario de Seguridad y del propio gobernador Arias Cárdenas, quien además de su precampaña está lidiando con los presos que no soportan aguantar más hambre a causa de la corrupción de uniformados del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia.
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