Cefadroxilo y Buflomedil fueron los medicamentos que ingirió

Niña de 11 años consumió más de 20 pastillas y murió

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10 de abril, 2017 - 3:30 pm
Mayerlin Barboza / [email protected]

Uno de los primos la vio agonizar, mientras la niña exclamaba ¡Llegó mi muerte! La pequeña fue trasladada al Hospital General del Sur

Foto: Nohelis Dávila

Maracaibo — Un acostumbrado domingo familiar se convirtió en tragedia por la muerte de una menor de tan solo 11 años, a quien se le resguarda la identidad, quien ingirió más de 20 pastillas entre antibióticos e hipertensivos, acto que presuntamente llevaba tiempo planificando.

El hecho ocurrió en la casa de la abuela materna de la pequeña, ubicada en el sector Santa Clara, adyacente a la Circunvalación N° 1. Familiares entre lágrimas comentaron que en la referida vivienda se encontraba la hoy occisa, en compañía de varios de sus primos. No habían adultos, pues todos fueron a la iglesia, los menores estaban bajo la tutela de una de sus tías, quien reside en la casa del frente.

Orden y suicidio

Una tía contó a las afueras de la emergencia pediátrica del Hospital General del Sur (HGS), que la niña le pidió a sus primitos que por favor se fueran, pero aún así uno de ellos se negó a irse. Fue éste quien le contó a todos cómo sucedieron los hechos.

La dolida manifestó que el testigo —ahora traumado— aseguró que la pequeña fue hacia el cuarto de su abuela, agarró las pastillas en sus manos y comenzó a ingerirlas rápidamente, pocos minutos transcurrieron cuando la sobredosis comenzó a hacer efecto, la niña cayó en una silla y mientras temblaba y botaba espuma por la boca exclamó con firmeza: ¡Llegó mi muerte!, y se desmayó.

El niño que vio todo corrió, gritó y aviso a su tía que estaba en la casa del frente, ésta se apresuró y trasladó a la menor al referido hospital, en donde luego de ingresar a las 9:30 de la mañana de ayer, murió a las 10:45.

Muerte presuntamente planificada

Lo que reveló el menor, que atestiguó el suicidio a sus familiares, fue que la niña hablaba días antes de que tomaría pastillas porque ya no quería vivir.

Según allegados a la pequeña ésta fue una confesión que el niño mantuvo en secreto pues no creyó que se hiciera realidad.

El motivo del suceso se desconoce, ya que ninguno de los deudos se explica el ¿por qué? la mayor de dos hermanas decidió atentar contra su vida.

Sin embargo, una exclamación por parte de una de las tías de la niña podría generar una hipótesis. La dama entre lágrimas sollozó: «Tanto egoísmo, si ella también era hija», por lo que se presume que la menor atravesaba por problemas depresivos tras la separación de sus padres, y que recibía poca atención por parte de alguno de ellos.

Otra versión es que pudo haber sufrido de bullying en el colegió Gonzaga, ubicado en el sector San José, en el que cursaba el 6to grado de educación básica. Pero ambos son móviles no confirmados, hasta tanto funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) no entablen entrevista con los familiares más directos y sean ellos quienes develen el motivo de tan dantesco acontecimiento.

Futuro truncado

La pequeña fue descrita como cariñosa,  juguetona y excelente estudiante, próxima a iniciar sus estudios en bachillerato.

Sus familiares lamentaron la perdida y se les veía notablemente desconcertados por lo sucedido.

Se conoció que la niña era la primera de dos hijas y que vivía en el barrio La Misión, del sector Sabaneta, en compañía de su madre y su hermana, de 4 años.

 

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