El infortunado a las 2:00 de la tarde de ayer, decidió entrar al pasadizo por don- de se desplaza el elevador a recuperar una llave, la cual se le había caído a una residente por la rendija del ascensor
Foto: Wilson Alvarado
Maracaibo — La muerte lo sorprendió. Los 20 años de servicio que Félix Enrique Beltrán Méndez, de 64 años de edad, tenía laborando como conserje en el edificio Pentandra Plaza, ubicado en la calle 77 y 78 con avenida 3F, parroquia Olegario Villa- lobos, llegó a su fin tras ser aplastado por el ascensor del complejo habitacional.
El infortunado a las 2:00 de la tarde de ayer, decidió entrar al pasadizo por donde se desplaza el elevador a recuperar una llave, la cual se le había caído a una resi- dente por la rendija del ascensor.
En medio de su faena por lograr extraer la llave, le pidió a un compañero de labores que detuviera el elevador. La petición fue acatada, pero repentinamente la presión del ascensor agarró su rumbo.
El elevador comenzó a descender. Cuando venía por el segundo piso, Beltrán se percató e intentó salir del túnel, pero su cuerpo no pudo llegar a tierra. El infortunado quedó aprisionado a medio cuerpo. Su tórax se apreciaba, mientras sus piernas quedaron ocultas.
Los gritos de desesperos de Beltrán alarmaron a los habitantes del edificio, quie nes salieron a avistar qué sucedía e intentaron auxiliarlo. La presión que ocasionó el peso del ascensor sobre el cuerpo del hombre impi- dió que los vecinos lo sacaran del amasijo de hierro y murió asfixiado a la vista de todos los curiosos.
De inmediato, los presentes notificaron la tragedia a funcionarios de los bomberos de Maracaibo, quienes lograron sacar el cadáver.
Detectives de la policía científica acudieron al sitio, entrevistaron a los presentes y trasladaron el cuerpo a la medicatura forense para la necropsia de ley.
Allí, familiares del hoy occiso, llenos de lágrimas y consternados por la lamentable pérdida manifestaron que «Beltrán amaba su trabajo. Perteneció a la contratista que construyó el edificio».
Habitantes del complejo, alarmados por la tragedia lo describieron como una persona amable y servicial, quien falleció cumpliendo con su trabajo.
Sus parientes esperaban la entrega del cuerpo, ayer en la noche, en la morgue de la localidad.
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