«Tanto la celebración de San Sebastián como la semana de la zulianidad, son mecanismos simbólicos de dominación, porque no representa a un colectivo diverso y heterogéneo, ni al Zulia, que es el único estado que tiene cinco regiones bien definidas: Guajira, Capital, Machiques, Sur del Lago y Costa Oriental del Lago».
La reflexión fue hecha por el diputado al Consejo Legislativo del estado Zulia, profesor e historiador, Juan Romero, a propósito de las celebraciones de este domingo 20 de enero del Día de San Sebastián y del Día de la Zulianidad, el próximo 28 de enero.
Al respecto, el profesor universitario explicó que la referida zulianidad solo está concentrada en Maracaibo y no involucra otras actividades típicas de la región como los chimbangles del Sur del Lago o las tradiciones propias de las etnias como la wayuu, por lo que considera que es una zulianidad parcial, por ende debería adaptarse y ser una celebración más incluyente y popular.
«Este es un debate que hemos venido dirigiendo en torno a que la zulianidad es diversidad, por ello debemos hacer un trabajo de descolonización, que significa que hablemos de un Zulia diverso, heterogéneo, complejo, un Zulia que no es una unidad sino una diversidad» indicó Romero.
En el caso de San Sebastián, destacó que solo se celebra porque es el patrono de la ciudad, «cuando se dan las celebraciones de San Benito se ve a toda la diversidad zuliana yendo al Sur del Lago, a Cabimas, para disfrutarlo incluso hasta en Valera, cosa que no sucede con la de San Sebastián, ya que esta celebración es simbólica del poder».
Este debate ha sido planteado al alcalde bolivariano, Willy Casanova, quien se ha mostrado receptivo en la propuesta de abrir espacios para discutir la democratización de la memoria colectiva, ya que para el historiador no se pueden privilegiar algunos elementos de la historia para determinados sectores, si de verdad se quiere ser democráticos.
De allí la propuesta de hacer debates colectivos, en cada parroquia, barrio y sector, para recuperar o restituir la necesidad de la calle como un espacio público para la discusión de las ideas, ya que es allí donde se construye la ciudadanía.
«Hasta ahora se ha venido trabajando en una serie de ordenanzas para la democratización de los espacios, de la memoria y tratar el tema patrimonial, para ir avanzando y hasta ahora ha habido un canal muy abierto y fluido con el Alcalde, donde prevalecen elementos de compañerismo en términos de militancia, pero también prima el hecho de la concepción de lo público, de lo democrático», precisó Romero.
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