Este rubro es uno de los más costosos de la canasta básica, que se ubicó, para mayo, en 1.738.150 bolívares, según un estudio del Cendas-FVM. El precio de la carne oscila, según el tipo de corte, entre 26 mil y 31 mil bolívares
Foto: Haroldo Gutiérrez
Maracaibo — La escasez de alimentos, estimada por economistas en un 80% para 2017, y la alta inflación, proyectada para fin de año por el FMI en 720%, ha convertido a la carne en un verdadero y ostentoso lujo para el consumo de los venezolanos.
Este rubro es uno de los más costosos de la canasta básica, que se ubicó, para mayo, en 1.738.150 bolívares, según un estudio del Cendas-FVM. El precio de la carne oscila, según el tipo de corte, entre 26 mil y 31 mil bolívares.
En el Zulia, un kilo de lomito puede costar al día de hoy hasta unos Bs. 31.550, el lomo de aguja 27.800 y el entrecanto 26.980 bolívares. Desde su última actualización de costos, el aumento de la carne ha sido del 32%, estima el Cendas. Y es que al ser un alimento primordial en el plato del venezolano, y prácticamente mandatorio en el de los zulianos, el elevado precio de la carne incide directamente los costos promedios de un almuerzo, que se tasa en Bs. 6.500 para un trabajador, mientras que el monto diario del bono de alimentación o cestatique es de 4.500 bolívares.
Con tales precios se hace casi imposible incluir tan siquiera medio kilo de carne en el plato de un almuerzo para una familia de tres o cuatro personas.
Hasta fin de mes tiene que esperar un asalariado para poder consumir algún tipo de carne, si es que le queda algún remanente suficiente de su sueldo como para costear ese «lujo», según lo califican los compradores consultados por QUÉ PASA.
El consumo per cápita de carne cayó en 226% en 2016. En 2012 cada venezolano consumía 23 kilos al año. Cuatro años después, la cifra bajó siete kilos, según un informe de Fedenaga.
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