Se jugará hoy a las 4:00 pm, hora venezolana

Hechos violentos obligan a aplaza la final de la Libertadores

Captura de pantalla 2018 11 25 a las 12.39.07
25 de noviembre, 2018 - 12:42 pm
Agencia

La final de la Copa Libertadores de América 2018 entre River Plate y Boca Juniors, prevista ayer en el Monumental, se jugará hoy a las 4:00 pm, hora venezolana, tras ser suspendida por el ataque al autobús xeneize, según dio a conocer la Conmebol.

«Quiero felicitar a ambos presidentes porque hubo entre ellos un pacto de caballeros, porque en estas condiciones se desnaturalizó el juego. Uno no puede jugar y el otro no quiere jugar con un rival que no está en condiciones», dijo el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez.

«En consecuencia, el partido se suspende para el domingo a las 17:00 horas (hora local)», agregó el máximo representante del fútbol sudamericano.

El autobús que transportaba al plantel auriazul al estadio Monumental, en el barrio de Núñez, en el norte de Buenos Aires, fue atacado con piedras, palos y gas pimienta por cientos de hinchas de River que esperaban en una curva de una calle cercana al escenario.

Varios jugadores xeneizes, entre ellos el capitán Pablo Pérez, resultaron con laceraciones en los rostros y los brazos producto de los vidrios rotos y los artefactos peligrosos que ingresaron al micro.

«¡Nos tiraron de todo!», dijo visiblemente afectado el volante y capitán de Boca Juniors, Pablo Pérez.

A su vez, el defensor central Carlos Izquierdoz relató rápidamente a periodistas apostados en el ingreso del vestuario boquense en el Monumental que «nos tiraron gas pimienta, palos, piedras. Entró de todo al autobús».

«Fue un descontrol en las últimas calles cerca al Monumental. La policía se vio desbordada ante tanto vandalismo y tuvo que dispersar a los hinchas de River con gases lacrimógenos, que también por efecto del viento y las ventanas rotas ingresaron al micro», anotó, a su turno, Juan Carlos Crespi, exdirigente boquense.

«Esta es una final increíble, fantástica, espectacular. Esto es como una final del mundo», había dicho el viernes en Buenos Aires el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.

Ni el más atrevido optimista imaginó que la edición 59 de la Libertadores, tendría como epílogo uno de los grandes clásicos del planeta fútbol, considerado el más pasional por el fervor de sus hinchadas.

 

Lea también: Venezuela buscará boleto a Mundial sub 18 en Panamá

 

Poco antes del anuncio de Domínguez, la figura de Boca Carlos Tevez denunció que la Conmebol los obligaba a jugar la final pese a que varios de sus compañeros no estaban en condiciones de salir al campo de juego.

«Nos están obligando a jugar el partido en esta condiciones, con tres compañeros que no están bien físicamente», dijo Tevez a periodistas. «Quedamos expuestos ante el mundo, esta es la verdad. Para nosotros las condiciones no están dadas».

Luego de estas declaraciones de Tevez, la Conmebol emitió un comunicado en el cual informó que sus médicos constataron que los jugadores de Boca «sufrieron lesiones de piel superficiales» y que otros dos «refirieron lesiones en la córnea, lo cual no se pudo confirmar con nuestro cuerpo médico».

 

 

Foto: Agencia

NOTICIAS SUGERIDAS

Comente