En el municipio zuliano Jesús María Semprún, los habitantes de las comunidades de Ana María Campos, El Tanquillo y Simón Bolívar, que se ubican a un costado del fronterizo río de Oro, se solidarizaron con los centenares de campesinos colombianos que huyen desde hace tres días de la amenaza de fuerzas paramilitares en Colombia
Foto: Referencial
Sur del Lago — Estas poblaciones están habitadas, mayoritariamente, por otros cientos de familias que también desde 1999, huyeron del vecino país hacia Venezuela, toda vez que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) destruyeron parte del corregimiento La Gabarra, en el departamento Norte de Santander, para adjudicarse el territorio, que, usualmente, es donde practican el cultivo y comercialización de sustancias estupefacientes, en especifico pasta base de cocaína.
El concejal del PSUV y presidente del órgano legislativo, Freddy Guevara, informó que existe en esa zonas unos 200 campesinos, conformados en familias desplazadas que están siendo atendidos para que puedan pernoctar, tras la situación de desasosiego, amenazas y vejación, por parte de hombres armados pertenecientes a las Águilas Negras.
La organización es una guerrilla que a toda costa sacó a la fuerza a quienes allí habitaban para apoderarse de un territorio antes en dominio de las FARC, cuyas filas se desmovilizan para alcanzar acuerdos de paz con el Gobierno y la reinserción a la vida civil.
La atención primaria de los desplazados es coordinada por el Servicio de Administración Nacional de Identificación y Extranjería (Saime), en articulación con el Ejército, Guardia Nacional, Alcaldía de Jesús María Semprún, así como autoridades de las intendencias y la Gobernación de Zulia, que se activaron en una primera fase para efectuar un censo y proveerles de ayuda humanitaria para la subsistencia en suelo venezolano.
Se espera que una comisión de la Cruz Roja Internacional y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), haga presencia en el lindero fronterizo, para constatar la situación, así como para velar, proteger y asesorar técnicamente a quienes en pleno siglo XXI huyen del conflicto armado.
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