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La FIFA recibe «con satisfacción» la decisión del tribunal comercial de Zúrich de «rechazar una denuncia» depositada por el sindicato holandés FNV y varias organizaciones sindicales del Bangladesh, así como un trabajador de este país, Nadim Shariful Alam, indica la instancia en un comunicado.

En octubre, el sindicato FNV había indicado querer «junto a un trabajador bangladesí, llevar a la FIFA ante la justicia para exigir que un se ponga fin a esta esclavitud moderna».

Varias organizaciones de defensa de los derechos humanos habían acusado a Catar de violar los derechos de más de 5.000 trabajadores encargados de construir los edificios destinados a albergar el Mundial de fútbol.

Originarios mayoritariamente de Bangladesh, India y Nepal, algunos no fueron pagados durante meses y fueron alojados en«campos sórdidos». Según el informe, la mayoría vieron sus pasaportes confiscados.

Uno de ellos es Nadim Shariful Alam, de 21 años, miembro de la rama internacional del FNV y originario de la denuncia.

Las condiciones de los trabajadores extranjeros constituyen una de las causas de la polémica surgida desde la atribución, a finales de 2010, de la organización del Mundial-2022 a Catar.

La FIFA se toma«muy en serio»la cuestión de las condiciones de trabajo y los derechos humanos ligados al Mundial-2022 en Catar, añade la instancia en su comunicado publicado el viernes.

«La FIFA sigue la situación de cerca y, como indicó recientemente el presidente Infantino, continúa exigiendo a las autoridades de Catar que garantice unas condiciones de trabajo seguras y decentes para los obreros de la construcción», insiste la instancia.