Se oculta el sol y cae la temida noche. Es hora de dormir y en ese momento debes tomar la decisión más difícil… Apagar la luz
Si estás leyendo esto, seguro eres de esas personas que apagan la luz y corren a la cama perseguidos por una criatura sobrenatural. Se cubren totalmente con las sabanas, como si de un manto de protección se tratara, e intentan dormir. Pero ¿Por qué cuando apagamos la luz tememos lo peor?
El miedo a la oscuridad es uno de los más normales en la sociedad, y lo padecen tanto niños como adultos, aunque es en la niñez donde se desarrolla con más fuerza. Según el famoso psicólogo Sigmund Freud, esto sucede por consecuencia del desorden de ansiedad por separación. Esta condición suele aparecer cuando el niño empieza a dormir separado de sus padres.
La mente juega un papel protagónico en este temor, ya que debido a una falta parcial de luz, perdemos el control de la realidad e imaginamos que detrás de la penumbra se ocultan cualquier tipo de criaturas que se nos venga a la mente.
En la prehistoria, al caer la noche, los hombres se encontraban totalmente desprotegidos, con una visibilidad casi nula; los animales salvajes tenían la facilidad de atacar. Por lo tanto, el miedo a la oscuridad también es un instinto de protección que se ha mantenido en nuestros genes desde tiempos remotos.
Recuerda, al irte a dormir, quita la ropa de la silla, del sofá o del piso; pues, al apagar la luz se puede convertir en ese hombre de negro que tanto te molesta en las noches.
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