El móvil que manejan es la venganza

El móvil que manejan es la venganza

SUC 291016 SEGUIMIENTO POLIMARACAIBO MUERTO A CHINALEONG 19
30 de octubre, 2016 - 1:23 pm
Génesis Rosario / [email protected]

El oficial jefe, llegó a bordo de la motocicleta asignada para trabajar dentro de la brigada motorizada de Polimaracaibo

Foto: Alfredo Chinaleong

Maracaibo — El destino de Rony José Maldonado Marín (39), fue sellado la noche de este viernes, luego de que su asesino esperara dos horas y media, para poder dispararle por la espalda mientras cenaba.

Una mujer y un hombre llegaron al puesto de comida que funciona en la vivienda del fallecido, se sentaron en una de las mesas por un rato, sin pedir nada. Pasados unos minutos solicitaron unas hamburguesas y refrescos, luego de comer pidieron otra hamburguesa pero, para llevar.

Por una culebra

Un funcionario del CICPC indicó que hasta los momentos el móvil que manejan es la venganza, al parecer Maldonado, había tenido problemas con un «choro» de la zona tres días antes de su muerte.

Sugei Palmar, concuñada del oficial caído, manifestó que el asesino le confesó «yo pasé la semana pasada por aquí, vi el puesto y por eso vine».

Rutina

El tiempo trascurría, mientras la pareja seguía en la vivienda, ubicada en la avenida 19E, del barrio Los Andes de la parroquia Manuel Dagnino, como esa noche llovía fuerte, los dueños del puesto de comida rápida, decidieron mover las mesas al porche de la casa, para que los clientes no se mojaran. Eran alrededor de las 8:30, cuando el policía, llegó a la casa de sus suegros, donde vivía desde hace 14 años.

El oficial jefe, llegó a bordo de la motocicleta asignada para trabajar dentro de la brigada motorizada de Polimaracaibo.

«Rony entró, se metió al cuarto, se quitó el chaleco, la camisa, guardó la pistola y colgó el casco, luego se sentó a cenar en la cocina, dando la espalda al frente de la vivienda», contó Palmar. Cabe destacar que un Aveo gris, llegó hasta la residencia, minutos después de que el oficial llegara.

Destino sellado

A medida que la lluvia arreció, Palmar, contó que tomaron la decisión de trasladar las mesas para la sala y el carrito de la comida al porche. Esto fue para el asesino, «la cereza de pastel», ya que este logró entrar hasta la sala de la casa. Su acompañante, a quien describen como de 1,60 de estatura, contextura delgada, y quien tenía unas cejas negras «tatuadas y muy largas», se quedó parada en el pilar del porche.

La vocera manifestó que el hombre, moreno de 1,75 de altura, pelo negro, rasgos achinados y labios gruesos, esperó el momento precisó para matar al funcionario.

El sujeto, desenfundó su arma, corrió a la cocina y disparó varias veces; «al salir al frente disparó a varias personas y les dijo: Marditos sapos». Luego huyó en el Aveo que lo esperaba. La fémina había huido minutos antes. El crimen se registró a las 8:40 de la noche. Ana María Serrano, esposa del fallecido, se encontraba sentada junto a su pareja al momento del hecho.

El oficial recibió alrededor de cuatro disparos, pero el que le segó la vida fue el balazo que entró por la parte trasera de la cabeza y salió por la frente.
Maldonado tenía 12 años de servicio.

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