Autoridades y habitantes de la ciudad amazónica se apersonaron en la base aérea para rendir homenaje a las víctimas
Foto: Agencias
Brasil — Los dos aviones con los restos de 50 futbolistas y directivos del Chapecoense fallecidos en un accidente aéreo en Medellín aterrizaron ayer sábado en el aeropuerto de Chapecó, ciudad del sur de Brasil.
Bajo una intensa lluvia, el primer Hércules-130 de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) fue saludado por una salva de fuegos artificiales, seguido a pocos minutos por el segundo avión.
Autoridades y habitantes de la ciudad amazónica se apersonaron en la base aérea para rendir homenaje a las víctimas del accidente.
Seguidamente, los cincuenta féretros cubiertos con los colores verdes del equipo fueron conducidos desde el aeropuerto, donde recibieron honores, hasta el estadio Arena Corá.
En el estadio, el sobrecogedor silencio acompañado por un hilo musical con temas emotivos solo se rompía al grito de «Campeones, campeones», cuando las pantallas mostraban imágenes del cortejo.
La tragedia sacudió al mundo del deporte, que multiplicaba los homenajes. En España, el astro brasileño Neymar llegó al estadio del Barcelona, antes del clásico con el Real Madrid, llevando sobre su hombro izquierdo la camiseta verde del Chapecoense.
En el accidente de Medellín fallecieron 71 personas y seis sobrevivieron. Entre los fallecidos había cinco bolivianos, un paraguayo, un venezolano y una veintena de periodistas, muchos de ellos de grandes medios que fletaron sus propios vuelos para repatriar los cuerpos.
La ciudad vive de luto desde la noticia que amputó el sueño de este pequeño equipo de disputar la final de la Copa Sudamericana, contra el Atlético Nacional de Medellín.
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