Se repiten los hechos

Autoridades no frenan construcciones a orillas del Lago

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21 de abril, 2017 - 10:54 am
Nohelis Dávila/[email protected]

Lo más triste es que los entes correspondientes ante el caso, a pesar de los llamados realizados en ediciones anteriores desde QUÉ PASA, estos continúan omitiendo la realidad, y por ende, los ciudadanos continúan sin nunguna censura, realizando trabajos en áreas prohibidas

Foto: Pedro Pablo Guisandes

Maracaibo – A un día de celebrarse el Día Mundial de la Madre Tierra, como nacimiento del movimiento ambientalista moderno, cientos de ciudadanos carecen del sentido de pertenencia, esto al realizar sin alguna permisología construcciones en lugares públicos o pertenecientes a la natura como el Lago de Maracaibo.

Lo más triste es que los entes correspondientes ante el caso, a pesar de los llamados realizados en ediciones anteriores desde QUÉ PASA, estos continúan omitiendo la realidad, y por ende, los ciudadanos continúan sin nunguna censura, realizando trabajos en áreas prohibidas.

Esto puede evidenciarse, cuando al observar las  orillas de las aguas del lago, edificios, restaurantes, casas, entre otros, forman parte de lo que una vez perteneció a la naturaleza, como lo es el caso del empresario Antonio Moschella, quienes en la actualidad realizan construcciones a orillas del lago y en un pasado fueron conocidos por el «Caso Coloroma», en el que para el año 2.015 según los denunciantes ante el caso, ganó la estafa.

Caso Calorama

Parte de la denuncia publicada por este rotativo el pasado 23 de diciembre de 2.015, en la edición 1827, los ciudadanos indicaron que «ganó la estafa en la que «los préstamos y ventas de las acciones que fueron realizados por el ciudadano Antonio José Moschella, eran con la finalidad de poder obtener la propiedad de los terrenos de la Universidad del Zulia, en presunto concierto con el ciudadano Leonardo Luis Atencio Finol, rector de esa Universidad Nacional en esa fecha, para la construcción del proyecto de viviendas Ciudad Colorama, configurándose así el delito de peculado doloso propio».

 

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