Deudos lloraron sin consuelo por la pérdida del cuarto de seis hermanos
Foto: Wilson Alvarado
Maracaibo — Quedó en la vía. Boca abajo y sobre la carretera caliente. Carlos Álvarez, de 54 años de edad, murió ayer en la mañana tras ser arrollado por un conductor, quien viajaba a toda velocidad en la prolongación de la Circunvalación número 2, a escasos 50 metros de Apuz.
El abuelo en compañía de un hermano se dirigían a sus trabajos, ubicado en el sector 18 de Octubre, donde laboraba como despachador en una juguetería, cuando intentó cruzar la calle a bordo de una bicicleta, color negro, pero su camino fue truncado al ser impactado por un vehículo Kía Río, color gris, placas AH43WM.
El golpe provocó que la víctima perdiera el equilibrio de la bicicleta e impactara su cabeza contra el pavimento. Su hermano, quien sí logró atravesar la calle y llegar a la acera, corrió despavorido hasta la zona donde cayó su consanguíneo, pero ya estaba sin vida debido al fuerte golpe que sufrió.
De inmediato, el pariente notificó el deceso al resto de la familia de Álvarez, quienes llegaron al sitio y con varias motos le trancaron el paso al carro involucrado en el hecho para evitar que el conductor huyera.
A la escena acudieron funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), quienes capturaron al propietario del carro para evitar que los parientes de Álvarez arremetieran contra él y para que enfrente a la justicia.
Los deudos, desesperados por la inesperada pérdida y por el dolor que les causaba ver el cuerpo en el piso, taparon el cadáver con una sábana quirúrgica y no esperaron la llegada de los funcionarios del CICPC.
Cargaron el cuerpo entre varios, lo montaron en un carro marrón y lo trasladaron a la morgue de la localidad para la autopsia de ley.
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