I Titulo Nacional de Béisbol AA

Hace 50 años Zulia se cubrió de glorias

8 y 9 C Archivo
26 de septiembre, 2016 - 2:20 pm
Francis Blackman

Del equipo quedan 12 sobrevivientes

En memoria del periodista deportivo Elbano Castro Pimentel «Castrico»

Cuando Zulia ganó su primer título nacional en el béisbol AA, la algarabía en la ciudad fue extrema. No era para menos, pues obtener ese galardón se había convertido una obsesión ante la impotencia de no poder ganarle a DF en años anteriores.

Muchos fueron los héroes. Amílcar Mestres Ochoa, el entonces presidente de la Asociación Zuliana de Beisbol Aficionado, Luis Antúnez el más grande colaborador que ha tenido el deporte zuliano, Antonio Bríñez, el manager ganador y todos los jugadores del cuadro zuliano.

Pero sobre el combinado se agigantó un nombre, Gertrudis Lizardo (El Papi) quien se escribió en el libro de oro del beisbol al anotarse el triunfo. Zulia le había ganado a DF y disputó la final ante Anzoátegui y le venció 3 carreras por 2.

La victoria tuvo su historia

Gertrudis se había venido a Cabimas al recibir noticias de que el negocio (El Hijo de la Noche) que dejó en manos de su familia se estaba arruinando. Se vino a recuperar lo suyo y lo logró. Entonces se enteró que Zulia había pasado a la final y decidió regresar.

Se paró en la avenida Intercomunal en busca de una cola hasta Maracay y la consiguió cuando un aficionado marabino, también entusiasmado, decidió asistir a ese juego final. No conocía a Gertrudis pero al ver al tipo en la carretera haciendo la señal, dedo pulgar hacia arriba, decidió que viajar acompañado y tener con quien conversar, no le caería mal. Sin saberlo estaba colaborando con lo inesperado al darle la cola a quien sería el héroe absoluto de la hazaña.

De los autores de la misma sobreviven doce, el resto viajó a la eternidad.

Los lanzadores estelares eran Douglas y Adán Morales, pero quien más juegos ganó fue «El Puyón» Hernández, apoyado por Francisco «Kike» Méndez, otro cabimero.

Un error mental de Norberto «Gallo» Castellano casi hunde a la escuadra zuliana. Briñez lo sacó del juego, Erasmo Angarita jugo el campo corto en su lugar y se salvó el partido.

Los de mayor experiencia era el receptor Edicto Acosta, el primera base Gustavo Fernández y el segunda base «Memo» Larreal.

La hazaña ha pasado desapercibida. Así acontece con la historia. Olvidar es lo más fácil que le ocurre al ser humano.

En El Pozón habrá un agasajo para los pocos que sobreviven y que hayan podido ser contactados

La redacción deportiva de QUÉ PASA recuerda a los héroes del beisbol zuliano 1966

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