Foto: Agencias
Desde su garaje el ingeniero informático creó la Kenbak-1 sin utilizar ningún microprocesador
Cuando se escriba la historia definitiva de la computación, incluirá nombres que no son tan familiares como Olivetti, Apple e IBM.
A todas esas compañías se les reconocerán las innovaciones desarrolladas en las décadas de 1960 y 1970.
¿Pero estará entre esos nombres el de John Blankenbaker?
Y más allá, ¿recordarán las nuevas generaciones su rompedor invento, la computadora Kenbak-1?
Salió a la venta en 1971 y el Computer History Museum y la American Computer Museum lo consideran el primer «ordenador personal comercialmente disponible».
Se empezó a vender cinco años antes que el Apple 1, la primera computadora de Apple Computer Company, diseñada y ensamblada por el pionero de la informática Steve Wozniak.
De hecho, el cofundador de Apple, Wozniak, fue miembro del panel de expertos que le otorgó al Kenbak-1 ese estatus en 1987.
«Pequeña y asequible»
Blankenbaker, entonces ingeniero informático y consultor, armó la máquina en su casa de Brentwood, en California, EE UU, en 1970.
«Tenía poco dinero y decidí que era hora de construir una pequeña computadora que se la pudiera permitir todo el mundo», le dice a la BBC.
«No utilicé ningún microprocesador e hice todo el trabajo en mi garaje».
Eran los inicios de la computación de oficina e incluso los dispositivos más pequeños costaban miles de dólares.
Así que el objetivo de Blankenbaker era crear una computadora simple que pudiera salir no más de US$500.
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