Al momento del arresto los sabuesos del CICPC le incautaron al menor un arma tipo revólver
Foto: Kendry Borges
Maracaibo — A la 1:00 de la tarde de ayer, el joven de 16 años, apodado «El Guajiro» , acusado de haberle segado la vida a una compañera de clases, el pasado jueves, ingresó a la Entidad de Atención Socioeducativa Generalísimo Francisco de Miranda, conocida anteriormente como el albergue de menores.
Este sábado, se conoció que un juez del Ministerio Público (MP), privó de libertad al adolescente por su presunta responsabilidad en la muerte de una liceísta.
Ambos jóvenes se encontraban dentro de un salón de clases de la Unidad Educativa Martín Lutero, ubicada en la vía principal de Pomona, cuando ocurrió el hecho.
En la audiencia de presentación, Diglenys Marrufo, fiscal 31ª de esa jurisdicción, imputó al joven por los delitos de homicidio intencional a título de dolo eventual y porte de arma de fuego en lugares prohibidos.
Estos delitos están previstos y sancionados en el Código Penal, y la Ley para el Desarme y Control de Armas y Municiones, respectivamente.
Cabe destacar que el dolo, es la voluntad deliberada de cometer un delito, a sabiendas de su carácter delictivo y del daño que puede causar.
Al albergue
Al respecto, el Tribunal 2° del estado Zulia, sección adolescentes con sede en Maracaibo, tras examinar los elementos de convicción ofrecidos por el MP, dictó medida privativa de libertad contra el joven y ordenó como sitio de reclusión el antiguo albergue de menores. La información preliminar reveló que alrededor de las 8:00 de la mañana, el hoy imputado se encontraba en el salón de clases de 5° año de bachillerato, cuando sacó un arma de fuego y la accionó contra la joven de 16 años, quien resultó herida en el pecho. La menor fue trasladada al Seguro de Sabaneta, pero murió.
Por esta razón, el adolescente fue aprehendido por efectivos del CICPC y puesto a la orden del MP.
Yuliet Urdaneta, tía de la fallecida indicó a QUÉ PASA, que los directivos de la institución cristiana evangélica «no les han dado la cara» hasta los momentos. Un abogado de la institución llamó a uno de los parientes con la «intensión de mediar».
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