Médicos forenses informaron que los árabes Metid Salim Yousra y su hijo Hachen Saim Ballam: «Los Árabes Macabros» siguen en las instalaciones de la morgue a la espera de que algún familiar los retire
Foto: Equipo Sucesos
Maracaibo – Las moscas verdes y el zumbido molesto de las mismas presagian una escena asquerosa y estremecedora dentro y fuera de la morgue de LUZ, donde los familiares de los cadáveres que se encuentran en las instalaciones deben soportar tal situación.
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Allí, sobre las camillas oxidadas de la morgue permanecen los cadáveres de «Los Árabes Macabros», quienes se están pudriendo, solos en el abandono, porque no tiene dolientes que los reclamen.
Fuentes oficiales explicaron que hasta los momentos Metid Salim Yousra y su hijo Hachen Saim Ballam, padre e hijo, siguen en las instalaciones de la morgue. Nadie se ha acercado a reclamarlos. Siguen postrados y colocándose en mal estado de descomposición.
Los cadáveres ya tienen casi una semana después de haber caído ante el Cuerpo de Investigaciones de científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), a las afuera de la casa donde asesinaron y enterraron a la estudiante de Artes Plásticas, María Gracias Reyes, ubicada en el barrio San Sebastián, sector Pomona.
Fuentes oficiales informaron al diario QUÉ PASA esperan que algún familiar o allegados que se dirijan a las instalaciones de la morgue de LUZ, para que puedan retirar los cadáveres de padre e hijo.
En contexto
Como se recordará, el pasado miércoles Santos, los desalmados árabes fueron precisados en la referida dirección, donde se resistieron a ser atrapados por ser los principales sospechosos en la desaparición de María Gracia, a quien sus parientes le perdieron los pasos el pasado primero de marzo.
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Tras arduas labores de inteligencia, los uniformados de la policía científica le siguieron los pasos a los Salim, quienes se escondían entre los municipios Cabimas y Lagunillas. Esa mañana los uniformados recibieron el reporte de que los árabes habían vuelto a la barriada San Sebastián, donde los vecinos aseguraron en reiteradas ocasiones haber visto entrar a María Gracia, pero no la vieron salir.
Los funcionarios al llegar al lugar fueron recibidos a disparos por los sindicados. La acción fue encarada y en la balacera los árabes cayeron mortalmente. Posteriormente, los detectives cavaron un hueco en una de las jardineras del inmueble y consiguieron el cuerpo de María Gracia enterrado y envuelto en una sábana, color blanca.
Esa mañana el barrio convulsionó. Todos los habitantes estaban sorprendidos por lo acontecido, pero coincidieron en que María nunca había salido de la casa y en efecto así fue. La autopsia reveló que la joven fue violada, estrangulada y golpeada hasta el cansancio.
La muerte de esta adolescente causó conmoción en la colectividad. Murió en manos de unos degenerados con unos pasados turbulentos.
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