En un descuido el pequeño tomó un yesquero de la cocina y lo manipuló sobre la pimpina
Foto: Referencial
Maracaibo — La inocencia y la ternura de un niño de tan solo 4 años de edad, se apagó de manera agonizante, cuando la voracidad de las llamas consumieron el 98% de su cuerpo.
El pequeño Edwin Saúl González Castillo (4), jugaba en el patio de su casa, ubicada en el barrio Jesús de Nazareth, sector Cerro El Ávila, parroquia Venancio Pulgar.
Allí, el domingo a las 2:00 de la tarde el niño decidió jugar con una pimpina que contenía gasolina, mientras su madre hacía los oficios del hogar.
En un descuido el pequeño tomó un yesquero de la cocina y lo manipuló sobre la pimpina. Un «chispazo» hizo estallar el pote con el combustible, ocasionando que el menor ardiera en llamas.
Sus familiares lo trasladaron al Hospital Universitario de Maracaibo (HUM), donde le brindaron los primeros auxilios y posteriormente fue llevado a la Unidad de Quemados del Hospital Coromoto de Maracaibo, donde no soportó las quemaduras de segundo y tercer grado.
Funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) trasladaron el cuerpecito a la morgue de LUZ, para realizarle el examen de ley.
Allí decenas de familiares wayúu del menor se mostraron afligidos por la lamentable pérdida y esperaban la entrega de la criatura.
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