Le dieron 18 tiros por haber presenciado un atraco en una fiesta

12 de agosto, 2014 - 6:17 pm
Redacción Diario Qué Pasa

Se eleva a cinco las muertes violentas en Machiques de Perijá en menos de una semana. El sicariato reina en la zona

Machiques de Perijá — El municipio se ha convertido en zona roja. Las muertes por encargo, la delincuencia y los atracos se han vuelto el pan de cada día.

Con un total de cinco sicariatos cerró la semana pasada Machiques.

Un joven de 23 años identificado como Darwin Enrique Guerra González, de profesión carpintero, recibió 18 impactos de bala en su humanidad supuestamente tras haber presenciado un atraco durante una fiesta. Suceso ocurrido en el sector El Cajuil del referido municipio a las 4:00 de la mañana del sábado.

Así ocurrió

Ana Guerra, hermana de la víctima, manifestó que su hermano había ido a la celebración del cumpleaños de un amigo en la mencionada dirección a eso de las 10:00 de la noche.

Transcurridas alrededor de seis horas, dos sujetos a bordo de una motocicleta llegaron al lugar y sometieron a siete personas que se encontraban sentadas en la acera de la residencia para despojarlas de sus pertenencias.
Los delincuentes pidieron a sus víctimas bajar la cabeza y no mirarlos.

«Mi hermano les vio la cara a los atracadores y le dieron 18 tiros», narró Ana entre lágrimas y aún impactada por lo sucedido.

La mujer agregó que los presentes llamaron a los bomberos de la localidad, quienes se apersonaron al lugar y lo trasladaron rápidamente al Hospital de Machiques, de ahí fue remitido al Hospital General del Sur, donde lamentablemente perdió la vida a las 6:45 de la mañana del domingo.

Trascendió que Darwin Enrique Guerra González residía en el sector Valle del Río de la misma localidad, era el cuarto de cinco hermanos, no estaba casado y tampoco dejó hijos.

Sabuesos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) realizaron el levantamiento del cadáver en el centro hospitalario y lo llevaron a la morgue forense de la Facultad de Medicina de LUZ, donde se le practicará la necropsia correspondiente.

Autoridades de la policía científica pese a no descartar ninguna línea de investigación, se inclinan más por la venganza o el ajuste de cuentas debido a la cantidad de disparos que el joven recibió.

Otro encargo

Quince detonaciones se escucharon en el sector La Ranchería a las 7:00 de la noche del domingo, cuando sicarios a bordo de una moto interceptaron a  Jhon Jairo Andrade Pérez (19), alias «Guajiro Blanco», quien se encontraba parado en una esquina a dos cuadras de su residencia.

Testigos del hecho informaron que los antisociales le efectuaron la ráfaga de tiros sin mediar palabra alguna, dejándolo muerto en el lugar.

Jhon Jairo Andrade Pérez era el segundo de seis hermanos, trabajaba como ayudante instalando avisos publicitarios y residía con su abuela.

Investigadores del CICPC manejan la venganza como principal móvil del hecho y no descartan que ambos sucesos guarden alguna relación.

Van cinco sicariatos

Bajo la misma modalidad a las 7:30 de la noche del pasado 6 de agosto, «motosicarios» acabaron con la vida de Gregory Enrique Camaño Campos (16) en el sector Alto Viento, al propinarle cinco tiros mientras conversaba con unos amigos en una esquina.

Otro suceso que estremeció a la comunidad machiquense fue el doble homicidio perpetrado a las 11:00 de la noche del pasado 4 de agosto. Édgar Alexánder Sanz Meleán (22) recibió cinco impactos de bala en la cabeza y su padre Édgar Alexánder Sanz Quintero (52), recibió tres al tratar de defenderlo. El doble crimen ocurrió en el sector Valle Frío dentro de su residencia.

 

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