Con la muerte de la pequeña suman tres los fallecidos. Los cuatro heridos están fuera de peligro. El responsable del hecho resultó ileso y se encuentra desaparecido
Foto: Agencias
Maracaibo — La muerte no da tregua. El dolor sigue latente y se evidencia en los rostros de los parientes de una pequeña de tan solo 13 años de edad, de origen wayúu, a quien se le resguarda su identidad, quien falleció el domingo a las 6:30 de la tarde, tras batallar con varios golpes en su cuerpo, producto de una colisión ocurrida en Mara.
La menor salió de su residencia, ubicada en el barrio La Rinconada, en compañía de su hermana Irma Rincón y de varios amigos con destino a la playa San Remo, sin imaginar que conseguirían la muerte.
Cuando el grupo, conformado por siete personas, regresaban a las 12:30 del mediodía, a bordo de un vehículo Dod-ge Aspen, fueron impactados de frente por un carro Fairlane, placas 08AB9IL, quien según testigos, iba a toda velocidad.
En el siniestro fallecieron de manera instantánea Abraham Gómez (18), y Oscar Ferrer (47). El resto de los heridos fueron trasladados por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) al Hospital Dr. Adolfo Pons, donde los galenos de turno lograron estabilizarlos, menos a la menor, quien recibió los golpes en la cabeza.
Pasada tres horas bajo observación médica falleció, mientras el resto de los heridos se recuperaron de las heridas.
El trío de los fallecidos fueron trasladados por funcionarios de la policía científica a la morgue de LUZ para la necropsia de ley.
Allí, familiares de la menor, sentenciaron que el culpable del siniestro fue llevado a un CDI para que lo chequearan la tarde del choque, pero desconocen su paradero.
Los deudos indicaron que el carro, donde viajaba el agresor se encuentra detenido en el estacionamiento de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Los sobrevivientes Lina Machado, Justo Ferrer (27), la esposa de Ferrer, y la hermana de la fallecida, se encuentran fuera de peligro. El cuarteto no sale del asombro de las inesperadas muertes.
La madre de la criatura, ahogada en llanto, lamentaba la pérdida de la menor de sus seis hijos, con quien compartía las travesuras en el barrio La Rinconada.
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