Foto: Archivo
Maracaibo — Tras la clausura de la Cárcel Nacional de Maracaibo, en el sector Sabaneta, los habitantes narran cómo el cierre del recinto ha influido en el ambiente de tranquilidad que ahora se respira en el lugar.
Algunos comerciantes conversaron con QUÉ PASA e informaron que han disminuido las ventas de manera considerable, pero que «la paz no tiene precio». Así lo dijo el señor Pedro Alcántara, propietario de un abasto, situado en las inmediaciones del lugar.
Por su parte, la señora María Rodríguez nos comentó que antes no salía mucho de su vivienda por temor, ante la constante balacera interna que había en el penal. «Ahora me siento en el frente con mis nietos, los dejo jugar afuera porque se fueron quienes nos tenían azotados».
Taxistas de la zona, quienes prefirieron el anonimato, manifestaron que aunque nunca fueron extorsionados siempre sintieron temor de lo que pudiera pasar «debido a que siempre escuchábamos las hazañas de ‹El Mocho Edwin› y su «carro».
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