El marido ordenó el crimen de la española … Y la mató

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19 de diciembre, 2014 - 12:13 pm
Redacción Diario Qué Pasa

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Asombro, decepción, indignación y rabia: un conjunto de emociones que afloran al conocerse la verdad detrás del crimen de la turista española María Liz Cristaldo, quien fue asesinada el lunes en lo que se creía era un atraco. Pero no la ultimaron para robarla, sino que todo fue planeado por su esposo Jesús González para cobrar un seguro de vida por 100 mil euros.

Cuando todo apuntaba a un atraco perpetrado por el hampa común, explota «la bomba» que dejó boquiabiertos a propios y ajenos. El Femicidio fue orquestado por su esposo.

Maracaibo — Un vuelco de 180 grados dio el caso que ha conmocionado a la opinión pública. El rastreo de llamadas telefónicas realizado al celular de Jesús González (34), esposo de María Liz Cristaldo López (35), develó el atroz asesinato. El marido, desde hace tres meses, armó este teatro para simular el atraco y poder cobrar el seguro de vida de la turista española valorado en 100 mil euros. Por el caso existen seis personas detenidas y otras tres por aprehender. El atroz crimen costó 2.000 euros, lo que representa al cambio del dólar miseria 400 millones de bolívares.

El secretario de Seguridad y Orden Público, Jairo Ramírez, ofreció la información desde su despacho en compañía de los jefes de los distintos componentes policiales. «El esposo de la dama confesó haber planeado todo el asesinato», aseguró Ramírez.

Las personas detenidas fueron identificadas como Juan Pablo Criollo Zambrano (20), alias «El Menor», quien vendió el celular de la turista, Desiré Carolina Ocando Molero (32), la compradora del móvil; Tomás Lenín Ramírez Acosta (21), alias «El Tomasito», vendedor del teléfono; Jesús González Quinta (34), esposo de María Liz y autor intelectual del hecho; Humberto José Palmar Rojas, alias «El Bebé», quien también participó en la venta del teléfono móvil; y Genovés Corso Téllez (35), a quien se le incautó un arma de fuego.

Se encuentran por capturar Miguel Antonio Devergel Peña (31), amigo del esposo de la víctima y quien planeó el asesinato junto con González; su novia aún por identificar y quien fue la persona que contactó a los delincuentes y su hermano también por identificar, quien fungió de «tirador» en el femicidio.

Fiscalía presentará a esposo

El Ministerio Público presentará ante un tribunal de control del estado Zulia a Jesús González (34), por presuntamente estar involucrado en la muerte de su pareja, la turista española María Liz Cristaldo López (35). La fiscal 11 de la referida jurisdicción, Tatiana Rincón, imputará a González por delitos previstos en la legislación venezolana.

Capturan a otra mujer

De manera extraoficial, se conoció que fue capturada en Caracas la mujer que se encargó de contratar al sicario que mató a la turista. Fuentes policiales notificaron que la mujer implicada en el crimen, al parecer, es zuliana, y era la amante de Miguel Antonio Devergel Peña (31), amigo de Jesús González (34), el esposo que se encargó de orquestar el plan para asesinarla.

El sicario quien accionó el arma de la cual salió la bala que mató a la turista es hermano de la mujer capturada esta tarde en la capital venezolana, mencionó la fuente.

Solo cuatro meses bastaron

La pareja de esposos se conoció en España y luego de pocos meses de novios decidieron casarse. «Contrajeron matrimonio en agosto de este año y desde ese mismo momento se comenzó a planear el femicidio», manifestó el secretario Ramírez.

El crimen fue planeado en España, Miguel y Jesús habían trabajado juntos en un restaurante allá mismo. Para ese entonces, María Liz y Jesús eran novios y solían compartir los tres de vez en cuando.

Luego de cierto tiempo, Miguel decide mudarse a Venezuela, específicamente a la ciudad de Caracas en donde compra un apartamento. «Los esposos llegaron allí antes de venir a Maracaibo estuvieron dos semanas, en esos días se logró finiquitar el plan», dijo Ramírez.

Muerte por encargo

Los esposos González Cristaldo llegaron a Maracaibo el pasado viernes 12 de diciembre y se hospedaron en la habitación 60 del hotel Maracaibo Suite, ubicado en la avenida La Limpia, según empleados del lugar, la pareja era muy callada y González acostumbraba a salir del lugar a las 7:30 de la mañana a comprar desayuno. «Ellos desayunaban en la habitación y después salían a pasear, pero nunca pedían taxis de línea, siempre lo tomaban afuera», manifestó una trabajadora del hotel.

Fue entonces cuando el pasado lunes, los turistas tomaron un taxi en la calle, un vehículo Granada, según arrojaron las investigaciones, al parecer, iban hablando de la cantidad de bolívares, euros y dólares que llevaban encima y en un principio las autoridades manejaron el caso como un atraco pichado por el taxista, pues pasados escasos siete minutos de embarcarse en el automotor, fueron interceptados por dos sujetos quienes los llevaron hasta el barrio La Lechuga, donde luego de despojarlos de las pertenencias, les ordenaron correr monte adentro.

González y Cristaldo corrieron tras una lluvia de balas que los «tiradores» les hicieron, lo que hasta ahora se desconocía era que la intención era dar muerte a la dama; en efecto así sucedió, una bala en la cabeza con salida en la región malar la desvaneció sin vida sobre una trilla de arena.

Todo un actor… medio bruto

González casi logra burlar a las autoridades encargadas del caso; hasta ayer era tratado en la sede de Sanipez como una víctima, a su disposición estaban un psicólogo y un psiquiatra quienes lo ayudarían a suavizar el trago amargo por el que pasaba, pero no contó con la astucia de los sabuesos detectivescos, quienes tras realizarle el rastreo telefónico a su celular lograron confirmar una serie de mensajes de texto antes, durante y después del femicidio. Al encararlo y someterlo al interrogatorio exhaustivo confesó el hecho al igual que su amigo Miguel Antonio, quien se encuentra huyendo cobardemente.

Un equipo de investigadores del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) se trasladó ayer hasta la ciudad de Caracas para continuar con las investigaciones y dar con la captura del resto de los involucrados, pues presumen se hayan ido para la capital.

Luto familiar

Familiares de la bella turista, manifestaron ayer tras conocer el nuevo rumbo de las investigaciones, «no podemos creer lo que pasó, jamás nos pasó por la mente que su esposo la haya mandado a matar, esto es horrible».

Como se recordará, María Liz era oriunda de Paraguay pero había conseguido su residencia española; amaba viajar y conocer nuevos destinos. Deja dos hijos en Paraguay a quienes hacía dos meses no veía al igual  que a su familia. Los planes eran visitar Maracaibo, Colombia y luego regresar a Paraguay.

El cuerpo de «Rubita», como de cariño era llamada la infortunada mujer, aún permanece en la morgue forense. Autoridades hacen un esfuerzo y siguen prestando las respectivas colaboraciones para repatriar el cadáver.

Acto repudiable

«Atroz, indignante, repugnante», son los calificativos que voceros policiales utilizaron pata describir el plan orquestado por González, quienes a su vez resaltaron la labor del CICPC, tras la resolución del caso a menos de doce horas de perpetrado el hecho.

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Jesús González Quinta (34),esposo de María Liz, orquestó el crimen desde España con un venezolano.

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Desiré Ocando (34) compró el teléfono celular de la hoy occisa.

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Genovés Corso (35), esposo de Desiré Ocando, se le decomisó un arma de fuego sin porte.

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Juan Criollo, «El Menor», (20). Vendedor del teléfono celular de la turista.

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Humberto Palmar, «El Bebé», (23). Vendedor del teléfono celular de la turista.

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Tomás Ramírez, «El Tomasito», (21). Vendedor del teléfono celular de la turista.

Fotos: Gabriela Sanz/Agencias

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