El padre del menor involucrado en el caso, sigue evadido. Familiares exigen justicia y celeridad
Foto: Madelein Faría
Maracaibo — ¡Dios mío mi niño!, ¿por qué te hicieron esto?, eran los gritos de dolor que se escuchaban, mientras el ataúd donde reposaban los restos del joven, que perdió la vida en un suspuesto hecho de imprudencia, era cargado por sus primos.
La calle 79, del barrio Libertador, estaba abarrotada por decenas de familiares, amigos y curiosos que se acercaron para dar el último adiós al adolescente, cuyo cuerpo fue velado en la casa de su tía, cerca de la vivienda donde habitaba.
Seguidamente, cerca de las once de la mañana de este domingo, varios familiares del jovencito tomaron la urna en sus hombros, y caminando se dirigieron hasta la sede del Liceo Santa Martha de Bethania, ubicado unas cuadras después de su residencia, donde pasó algunos de los últimos momentos de su vida.
Una vez allí, en plena vía pública, sus compañeros del colegio, vistiendo el mismo uniforme que hasta el día de su deceso él portó, le rindieron un breve homenaje, entonando al unísono las notas del Himno Nacional, y expresando unas sentidas palabras de condolencias para sus seres queridos, el llanto de sus amigos y profesores era incontenible, el lugar estaba invadido de tristeza.
Finalmente, la carroza fúnebre, seguida por la multitúd, partió hasta el cementerio Corazón de Jesús, en la avenida La Limpia, donde fue sepultado, en medio de un mar de lágrimas y un ambiente de dolor.
Muchacho Ejemplar
Los docentes del liceo donde cursaba estudios la víctima, lo describieron como un chico ejemplar, que nunca tuvo problemas con sus compañeros, y que «al contrario, era un estudiante de excelente calificaciones».
Del mismo modo, fue descrito por uno de los estudiantes, de nombre José Daniel, compañero de clases del fallecido, quien expresó que «a él le gustaba hacer deportes y dibujar, era muy echador de broma»
Sin pistas
Las autoridades siguen tras la pista del padre del menor de 13 años, involucrado en el fatídico suceso, quien deberá responder penalmente por ser el dueño del arma con la que el adolescente perdió la vida, además de haberla dejado sin resguardo en su casa, mientras se encontraba ausente, permitendo que su hijo tuviera fácil acceso a ella.
Un familiar de la víctima informó que el progenitor evadido, se ha comunicado varias veces por teléfono, con sus parientes, pero sólo les ha dicho que lamenta profundamente lo que ocurrió con el jovencito, y que por ahora no piensa regresar a su casa, al tiempo que manifestó que no les va a decir donde se encuentra, y no tiene prevista una fecha para volver a su residencia.
Tensión
Algunos miembros de la familia de la víctima gritaron improperios en el momento que pasaban cerca de la casa donde murió el joven, se escuchó decir de uno de los hombres: «¡ahí está el mald… ese!», refiriéndose al otro adolescente testigo del hecho.
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