El joven fue buscado por homicidio calificado en el 2014, pero el caso se desestimó
Foto: Archivo
Maracaibo — El cuento pica y se extiende. Luego de que se rumorara que la joven Naidelyn Paola Arrieta Paredes (23), supuestamente secuestrada, golpeada y violada por Rhenso Antonio Molero González (22), en complicidad con su padre Tulio Antonio Molero (57), guardaba vínculos con funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), el director de dicha institución desmintió tal versión.
El G/B Luis Morales Guerrero informó que «un amigo de Naidelyn llamó a la PNB y realizó la denuncia por petición de la misma joven», y que ellos dieron respuesta al llamado recibido, al tiempo que informó que actualmente cumplen con «apostamiento policial permanente» en la residencia de la muchacha» con el fin de brindarle protección.
Se conoció que ella está recibiendo atención psicológica y médica.
¿A quién creerle?
Sobre Rhenso pesa desde ayer en la mañana una orden de aprehensión emitida por la Fiscalía 2da. con Atención a la Mujer y aunque, al parecer, el joven pensaba entregarse voluntariamente a las autoridades, tal acción no fue concretada y actualmente se desconoce su paradero.
Lo curioso del caso es que, lo que hasta ahora se maneja como un «secuestro», en todo momento contó con el consentimiento de quien es señalada como víctima, pues extraoficialmente se dio a conocer que Naidelyn fue vista realizando labores del hogar (limpieza, lavando ropa, cocinando) en la casa del padre de Rhenso durante los cinco días que estuvo allí.
De hecho una niña, vecina del sector, declaró que «la muchacha la invitó a comer y almorzó con ella».
QUÉ PASA en exclusiva se acercó hasta la vivienda en cuestión, y comprobó que efectivamente había ropa de la muchacha en la lavadora y una maleta con sus pertenencias y ropa íntima.
A esto se suma, que la fémina está casada desde hace 15 años con su actual pareja, con quien procreó una pequeña de 6 años de edad, y aún así, mantenía una relación extramarital con Molero desde hace dos años, teniendo encuentros pasionales cada 15 días, desde aquella vez que se conocieron por Facebook.
En la lavadora quedaron los «trapitos de Naidelyn» hasta los «cacheteros» olvidó en la maleta que tenía en la casa
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