CICPC capturó a los progenitores, un tío y un primo de la criatura. Los degenerados querían ocultar el crimen
Foto: Cortesía
Maracaibo — La coartada se les cayó. El querer encubrir la muerte de su bebé, alegando que falleció al caer de una silla mecedora, llegó a su final. La autopsia realizada al infante, de tan solo dos meses de nacido, determinó que la criatura murió el pasado sábado, a causas de múltiples golpes que le ocasionaron politraumatismo craneoencefálico.
Los degenerados que le truncaron la vida a la criatura, no bastándoles con golpearlo, lo abusaron sexualmente. El bebé presentó desfloración anal, es decir, su recto tenía sangrado, debido a la penetración a la que fue sometido, dijeron fuentes del CICPC.
Los resultados forenses fueron notificados a funcionarios de la policía científica, base La Cañada de Urdaneta, quienes alarmados por el terrible crimen, se trasladaron el domingo en horas de la tarde, hasta la residencia de los progenitores del bebé, ubicada en la calle 145, con avenida 48T, casa número 185-48, barrio La Polar, del municipio San Francisco.
Desalmados capturados
Allí, los uniformados lograron capturar a los desalmados padres por ser los principales sospechosos en la muerte: Ambos quedaron identificados como Lizbania Rohu Pulgar Mendoza, y Humberto Javier Zuleta Muñoz, quienes quisieron desviar la mirada de la investigación hacía una muerte accidental.
En el sitio, donde se presume que el infante vivió todas esas atrocidades, también fueron aprehendidos Danny Javier Pulgar Mendoza, tío materno; y Frederick Alber Duque Sosa, primo del bebé. El cuarteto se encuentra detenido en la subdelegación La Cañada. Fueron puestos a la orden de la Fiscalía 35 en materia de Protección para Niñas, Niños y Adolescentes, para que enfrenten la justicia y se determiné, quien fue el responsable de esta salvajada.
En contexto
La degenerada madre, llevó al pequeño al Hospital Noriega Trigo, donde manifestó que el bebé se había caído de una silla. Luego en los interrogatorios dijo que lo halló sin vida sobre la cama, donde lo acostó después de haberle dado el tetero.
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