Un sujeto que acompañaba al policía acabó con su vida de un disparo en la cabeza. Funcionarios del CICPC investigan a profundidad para esclarecer el caso
Foto: Wilmer Cubillán
Maracaibo — Un disparo en la cabeza acabó con los 20 años de servicio policial del funcionario del Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (CPBEZ), identificado como Antonio José Mavárez Romero, de (41), quien fue asesinado la mañana de ayer para despojarlo de su moto personal, color azul, y el arma reglamentaria.
El amanecer apenas comenzaba a iluminar las calles de la ciudad, cuando a las 5:00 de la mañana una detonación alarmó a los transeúntes y vendedores que se encontraban en los alrededores de la Circunvalación 1, frente a la multitienda Todo Regalado.
Allí, testigos oculares del hecho indicaron que el funcionario iba a bordo de su motocicleta en compañía de un «parrillero». De pronto los dos hombres comenzaron a forcejear, mientras la moto se desplazaba. El «parrillero», aún sin identificar, sacó la pistola de la cintura de Mavárez, y sin mediar palabra alguna le disparó en la cabeza.
El cuerpo del funcionario cayó tendido boca arriba, sobre los coágulos de sangre que se esparcieron en su uniforme institucional y en la carretera, mientras su verdugo huía en la moto del oficial con rumbo desconocido.
De inmediato la zona fue acordonada por funcionarios de diversos organismos de seguridad, quienes impidieron el paso de cientos de curiosos que se acercaban a avistar el crimen.
El funcionario fue cubierto con una sábana, hasta que funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) llegaron al sitio y trasladaron el cuerpo del funcionario a la medicatura forense de LUZ.
Duda en el hecho
¿Quién era y por qué el victimario acompañaba al oficial? Es la pregunta que ronda en la cabeza de familiares, compañeros de trabajo, y los funcionarios ligados a la investigación.
Muchas son las versiones y rumores que giran en torno al caso. Una de ellas es que un delincuente del sector se le montó en la moto para despojarlo del arma de reglamento.
Se «voló» del horario
La segunda versión es que el oficial abandonó su puesto de trabajo que cubría desde las 12:00 del mediodía del viernes pasado en la residencia Villa San José, propiedad de la gobernación del estado, la cual custodiaba, desde hace cinco meses, para hacer una diligencia con un compañero.
Al parecer este cometido fue una trampa para despojarlo de sus pertenencias y acabar con su vida.
Carmen Romero, madre del oficial, ahogada en llanto esperaba la entrega del cadáver de su hijo en la morgue de LUZ
Dolor de madre
«Ay mi Señor te llevaste a mí joya, qué dolor tan grande siento. Me quitaste una belleza de hombre». Eran los lamentos de Carmen Romero, madre del infortunado, quien ahogada en llanto se lamentaba por la pérdida del mayor de sus tres hijos.
Al mismo tiempo, el dolor, rabia, desesperación y angustia se apoderaban de las tres niñas del oficial y de su esposa, quien quedó con cinco meses de embarazo. Sus rostros ahogados en un mar de lágrimas se ajuntaban con los gritos de dolor que estremecían a más de uno.
«Él era un hombre honesto y trabajador, nunca le hizo mal a nadie. Desde los 17 años estaba entregado en las manos de Dios», recordaba su madre mientras el dolor la embargaba.
El hoy occiso en sus tiempos libres asistía a la iglesia cristiana Evenecer, ubicada en la urbanización Villa Baralt, sector donde residía junto a su grupo familiar.
Alarmas encendidas
Por este crimen, comisiones mixtas de seguridad se desplegaron por calles, sectores y barriadas de la ciudad en horas de la mañana. En el procedimiento lograron recuperar la moto en el barrio Bolívar, sin lograr la captura del criminal y el revólver de la institución.
Se espera que en las próximas horas los funcionarios den con el paradero del responsable de este crimen y esclarezcan el caso.
Comente