San Francisco — La ansiedad de cientos de personas que esperan en una cola para adquirir los productos que tanto han buscado, se transforma en un escenario de irritabilidad e ira que solo la policía puede aplacar.
Al parecer, ese panorama es el pan de cada día en las afueras de los supermercados del municipio San Francisco.En casi ningún establecimiento de la zona sur se consiguen estos productos, por eso las mujeres al saber dónde llega la mercancía vuelan para llegar de primeras y no quedarse fuera de la cola.
Los afectados piden la presencia de la Superintendencia de Precios Justos, a la intendencia y a la policía municipal para que ponga orden a esta situación.
Comente