Comerciantes, vecinos y transeúntes aumentan con la pila de basura que nadie recoge
Foto: Rafael Rivas
Maracaibo — Es inaudito lo que tienen que pasar los habitantes del sector Los Haticos; botes de aguas negras, o escasez de agua potable, huecos en las calles, inseguridad y basura son el día a día de sus habitantes.
QUÉ PASA, en su recorrido por la ciudad, se encontró con un hecho inaudito por las características que posee, en Haticos por arriba, en la calle 115, frente al liceo Jesús Enrique Lossada, se encuentra lo que semeja un vertedero de basura a cielo abierto, solo que los encargados de procesarla a diario son los animales callejeros.
Acompañan esta realidad, el gimnasio a cielo abierto para la tercera edad que está inutilizable, y la cancha de usos múltiples que los vecinos, ya acostumbrados a los malos olores de la basura y los animales muertos, utilizan para bailoterapias y caimaneras.
«Una sola vez a la semana, si es que pasa, vienen a recoger la basura», que es alimentada en algunos casos por las fruterías de la acera del frente, los comercios de alrededor, los carros que transitan y los vecinos de los sectores aledaños a los que tampoco le recogen la basura con regularidad, aclaró Clara Paredes, vecina del sector.
Funcionarios cerca
Lo insólito de esta situación es que tan solo separados por una pared se encuentra una edificación compartida por una de las ocho oficinas que posee la Alcaldía para el pago de impuestos de servicios municipales y de vehículos y por una sede de Polimaracaibo.
Además esta pila de basura está ubicada a escasos metros del Mercado de Corito y de una panadería uno de los más reconocidos de la capital marabina, visitada por la SUNDDE en múltiples ocasiones.
«Ninguno; ni los empleados de la Alcaldía de Maracaibo, ni los policías, ni los comerciantes del marcado procuran que esto esté limpio, nadie pone de su parte, y ni un container pone el Imau para que no se riegue la basura», señaló Angélica Guanipa, transeúnte y vecina del sector.
Es hora de que los diferentes niveles de Gobierno, empresas privadas que aunque menos que en años anteriores aún quedan y sus propios habitantes comiencen a procurar el desarrollo de la que en otrora fue la zona pujante de la capital marabina.
Comente