Versiones señalan que el avión, por efectos del equipaje, el pasaje y los 28 mil litros de combustible cargados para operar en Grano de Oro, iba con el máximo de su peso: 108.000 kilos
Foto: Agencias
Maracaibo- Un 16 de marzo, del año 1969, el avión DC 9, de la aerolínea Viasa, se precipitó sobre el barrio Ziruma y la urbanización La Trinidad, en Maracaibo, causando conmoción en la ciudad y en el mundo entero.
Según las autoridades en aquel momento la aeronave que cubría el vuelo 742 se precipitó a tierra. El avión no voló. Solo rebasó la cerca del aeropuerto Grano de Oro y se estrelló.
Versiones señalan que el avión, por efectos del equipaje, el pasaje y los 28 mil litros de combustible cargados para operar en Grano de Oro, iba con el máximo de su peso: 108.000 kilos.
Una segunda suposición dispara hacia el error humano. Hacia la tripulación que ese día fue capitaneada por Emiliano Savelli Maldonado, jefe de operaciones de Avensa.
A quienes señalan hoy en día que la osadía asumida por Savelli Maldonado, en querer levantar vuelo en el DC 9 a sabiendas, según testimonios, de que el capitán de la aeronave, Harry Gibson (y quien comandó ese jet tres días antes del accidente) se negó a tripularlo porque la longitud de la pista marabina era muy ajustada para elevar la nave.
Pero la nave siguió la carrera para el ascenso, aproximadamente, a las 12:05 de la tarde.
Entre las víctimas fatales de ese accidente aéreo, del cual hoy se cumplen 48 años, y que es similar al ocurrido en 2011 con el Airbus A330 de la aerolínea Air France, se encontraba la familia del reconocido deportista zuliano Lino Connell, quien perdió a su esposa y tres de sus cuatro hijos y a su suegro.
En este fatal accidente también murió uno de los más grandes prospectos del béisbol venezolano, Néstor Isaías Chávez Silva, mejor conocido como el «Látigo» Chávez, por la recta letal que tenía para ponchar a los bateadores contrarios.
Nació el 6 de julio de 1947 en Caracas, la capital venezolana. Este lanzador diestro jugó para los Gigantes de San Francisco en el béisbol de las Grandes Ligas, así como para las Estrellas Orientales y Navegantes del Magallanes en el béisbol venezolano.
El personal de la torre, familiares y otras personas desde lugares aledaños al aeropuerto vieron cómo, en minutos, el accidente se convertía en una «película» en vivo que dejó, oficialmente, 155 muertos.
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