A través de diversas fotografías realizadas en distintos momentos durante el 2016 se evidencian las destrucciones y la soledad por la que atraviesa la construcción carcelaria que quedó en el olvido.
Foto Wilmer Cubillán / Alfredo Chinaleong
Las promesas, juramentos y decisiones surgidas de un verbo fluido y tajante que anunció en el 2013 la construcción de una nueva cárcel en la región zuliana han quedado en el olvido por parte de la ministra de Asuntos Penitenciarios, María Iris Varela, quien no ha cumplido con su promesa desde aquel día.
La meta de construir el nuevo recinto penitenciario, luego del desalojo producido el pasado 19 de septiembre del 2013, en la extinta Cárcel Nacional de Maracaibo, conocida como la cárcel de Sabaneta, producto de una reyerta que dejó según fuentes gubernamentales 16 reclusos muertos, no ha llegado ni a un 20 % la construcción de su infraestructura.
En el terreno
A tres años del anuncio incumplido, el equipo reporteril de QUÉ PASA, visitó por segunda vez el terreno firme, seco y desolado, donde se comenzó a construir el recinto carcelario, ubicado en los terrenos de la antigua Vivenza La Uvera, vía La Cañada, sector El Rodeo, el cual lindera entre los límites de la parroquia Domitila Flores y la recién creada parroquia José Domingo Rus del municipio sureño.
Nuestras cámaras captaron las destrucciones que han sufrido las pocas construcciones que se iniciaron en el terreno. Entrar al lugar es cuesta arriba. Su principal acceso es reducido y lindera con una pequeña corriente de aguas negras que atraviesa entre montañas de arenas y montes; escenas que impiden el paso en unidades vehiculares.
En la entrada principal del área, una edificación que para el 10 de enero del presente año se observaba construida a medias pero con su estructura levantada, hoy solo reposa ese esqueleto en la tierra entre cenizas y ruinas que conjugan con el deterioro y quema de ropas, calzados, y basura que han sido depositadas en el lugar que se aprecia como un vertedero de basura.
Los andamios en distintos puntos del área son los protagonistas del escenario. La oxidación se evidencia a metros de distancias. Y las celdas que deberían estar con los cientos de prisioneros que viven un calvario en los hacinamientos que se han convertido las cárceles del país a los que fueron trasladados los privados de libertad que cumplían pena en la extinta Sabaneta, debido a esta promesa incumplida, están en grises.
Rechazo en la construcción
En el recorrido por el sector, los habitantes de la zona, sin miedo ni titubeo alguno, manifestaron a viva voz que «ellos mismos han tumbado y quemado la edificación porque no están de acuerdo con el proyecto».
«No aceptaremos que construyan aquí la cárcel (…) Tememos que nuestros sectores vivan la agonía que sufrían los habitantes del sector Sabaneta, donde las balas perdidas eran el pan de cada día y los muertos en manos de las balas perdidas que brotaban del recinto acaben con nuestra tranquilidad», sentenciaron.
Asimismo, voceros de consejos comunales, comunas establecidas y en construcción, quienes prefieren quedar bajo el anonimato, a pesar que coinciden con las ideologías de Varela, desestiman el desarrollo del proyecto.
Sin explicación
A simple vista el amasijo de piedras y arenas está en cuatro bloques, a media máquina y sin respuesta de ningún organismo gubernamental, quienes se muestran silentes ante la construcción de las rejas.
Otro año está por culminar y la situación estática persiste, mientras los chatarreros hacen de las suyas en la vía deteriorada que conduciría a la inexistente área que ha sido también visitada por el hampa.
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