Parecen vertederos citadinos (y acuáticos) de basura, y la cañada Morillo, en su tramo al lado de la Terminal de Pasajeros de Maracaibo, es el principal ejemplo. Aún no llega el período lluvioso y en las comunidades aledañas a estas infraestructuras ya se siente el temor por el colapso y desbordamiento de las mismas. Cuando el agua los inunda claman por justicia al cielo con lágrimas de cocodrilo.
Debido a los grandes cúmulos de basura que desbordan las cañadas, quienes padecen sus consecuencias solicitan embaulamientos, limpieza frecuente y ayuda del Gobierno regional y municipal.
Maracaibo — Con el fin de atender las peticiones de nuestros lectores y de las comunidades afectadas por las cañadas más grandes de la ciudad, QUÉ PASA hizo un recorrido por algunas de estas infraestructuras para ver sus condiciones actuales y recoger las impresiones de los vecinos que residen en sus adyacencias.
Aunque el período lluvioso no ha llegado y estos caudales no se han desbordado, los habitantes de sus cercanías afirman que el estancamiento del agua y las toneladas de basura que desbordan representan la raíz de muchas afectaciones.
En el caso de la famosa cañada Morillo —y las distintas vertientes que rodean o atraviesan el centro de la ciudad— la acumulación de plástico en el caudal ubicado detrás de la terminal de pasajeros es impresionante.
Los vecinos y trabajadores del sector alegan que además de que esta área no recibe limpieza frecuente, los transeúntes carecen de conciencia y arrojan cuanto desecho se les ocurra. «Realmente la gente es una desconsiderada y degenerada que no le importa abarrotar de basura esa cañada. Mientras que está seca sirve como basurero, pero cuando llueva el plástico nos inundará», enfatizó Melinda Gutiérrez, trabajadora de la terminal de pasajeros de la ciudad.
De igual modo, en los márgenes de la cañada ya referida, que colindan con el sector Sabaneta, se fusiona la pestilencia de sus aguas residuales con el hedor que emiten los centenares de bolsas de basura que a diario arrojan vecinos del sector y transeúntes: «Los niños se nos enferman, no hay nadie que limpie esa inmundicia y ni terminan de embaular», manifestó Yajaira Beltrán, quien vive al lado del sitio.
Quienes padecen por los malos olores, abundancia de moscas e inundaciones cuando llueve, a causa de estas indeseadas corrientes de agua que tiene la región, claman una mejor conciencia ciudadana y mayor y mejor asistencia gubernamental.
Abarrotada de plástico está el caudal de la cañada Morillo detrás de la terminal de pasajeros
La putrefacción es inminente en la mayoría de las cañadas de Maracaibo
Quienes viven a orillas de la Morillo sufren por malos olores
Cualquier tipo de desechos puede verse
Más de 10 viviendas colindan con la cañada Morillo
Gladis Manzanillo: «Ponen un aviso grandísimo ahí diciendo que gastaron 5 millones de bolívares y ni han terminado de embaular».
Domilina Montenegro: «La comunidad contribuye con esa acumulación de basura».
Betty Azuaje: «Habitantes de la comunidad no tienen conciencia, y arrojan basura a diestra y siniestra».
Fotos: Diego Graterol
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