Pablo Pérez tendrá que dar cuenta por irregularidades en el SRS

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9 de junio, 2014 - 12:19 pm
Redacción Diario Qué Pasa

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Foto: Agencias

Ninguna de las sociedades que se crearon tenía ningún aval científico ni técnico y tampoco tenían que participar en ningún concurso público o presentar sus ofertas para realizar sus desempeños en centros hospitalarios o ambulatorios

Pablo Pérez trata, de nuevo, eludir sus responsabilidades políticas y económicas mientras era gobernador del estado Zulia. El sucesor y «delfín» de Manuel Rosales, quien formalmente ha sido acusado de malversación genérica de fondos públicos y tráfico de influencias, ha alegado motivos «personalísimos de causa mayor» para evitar esa interpelación en la Asamblea Nacional.

QUÉ PASA denunció en enero de 2013 que él repartió casi 1.600 millones de bolívares a «su club» de Un Nuevo Tiempo (UNT) para que trabajaran en hospitales y que colocó a personajes como Teodoro Petkoff, William Barrientos, César Morillo, Mariyulis Urdaneta o Ángel Sánchez en centros ambulatorios a través de empresas presuntamente creadas exclusivamente para tales fines.

El exgobernador Pérez convirtió, supuestamente, el Sistema Regional de Salud  (SRS) en un centro de distribución de dinero público a empresas afines a concejales, diputados y dirigentes de esa formación política y a sociedades que «custodiaba» para asegurar voluntades económicas. Durante su mandato manejó y «entregó» a esa cuna de «apesebrados» casi 1.600 millones de bolívares. Las sociedades a las que benefició no tenían que participar en ningún concurso público o presentar sus ofertas, él las otorgaba directamente, según la investigación que realizó QUÉ PASA.

Los centros clínicos, ambulatorios y los hospitales dependientes de la Gobernación del estado Zulia se convirtieron en «una caja chica». Desde ahí se concedían, sin ningún tipo de control, contratos millonarios a sociedades cuya solvencia científica y técnica no está avalada en ninguno de los documentos, a amigos, compañeros de partido y empresarios que podrían ser utilizados «en un futuro» como agentes impulsadores de cualquier acto, viaje o compaña de UNT.

Desde que asumió la Gobernación del estado Zulia el primero de diciembre de 2008, Pablo Pérez dispuso de casi 1.600 millones de bolívares fuertes que aparentemente distribuía entre empresas y correligionarios para administrar productos e insumos a los 31 centros clínicos ambulatorios, y a los once hospitales que dependían directamente de él a través de María Moreno, su secretaria regional de Sanidad.

Concejales y diputados: el entorno

Una de las grandes beneficiarias de la gestión económico-sanitaria del exgobernador opositor es Imadinca. Esta sociedad dirigida por su íntima amiga Lorena Furnaleto, obtenía todos los meses y solo con los insumos de los centros clínicos, más de 6,2 millones de bolívares. De los hospitales recibía otra millonaria cantidad.

Lorena Furnaleto fue destituida como presidenta de Fundasalud Zulia cuando Manuel Rosales ejercía como gobernador. Sin embargo, Pérez la recuperó de inmediato y le otorgó las operaciones de insumos en los centros clínicos El Venado, Nueva Cabimas, El Corozo y Federación.

Otra de las grandes empresas beneficiadas por la gestión económica de Pablo Pérez fue Medisyst, que figura a nombre de Carlos Méndez y en la que aparece vinculado el exdiputado del Movimiento Al Socialismo (MAS) César Morillo. Esta sociedad, según la investigación realizada por QUÉ PASA, obtenía mensualmente casi tres millones de bolívares única y exclusivamente de los centros clínicos ambulatorios. De los hospitales dependientes de la Gobernación obtenía otra importante cantidad millonaria. Con ella aparece también la sociedad Insainca.

Mariyulis Urdaneta, exdiputada de Un Nuevo Tiempo, también fue otras de las agraciadas por Pablo Pérez en el Sistema Regional de Salud. A través de la sociedad Seprosalud, obtuvo mensualmente más de 280.000 bolívares durante la gestión del anterior gobernador.

Hasta su secretario cobró

Ángel Sánchez, secretario de gobierno de Pablo Pérez, tampoco quedó al margen del negocio sanitario regional. A través de la empresa Suministros Médicos del Sur, facturaba mensualmente más de 1,6 millones de bolívares. Su sociedad fue contratada para colaborar en los centros clínicos ambulatorios La Victoria y Altos de Jalisco.

Servioca, otra de las empresas favorecidas por Pablo Pérez y vinculada a Édgar Romero y Luis Machado, facturaba casi 790.000 bolívares mensuales a la Gobernación por trabajos realizados en el ambulatorio El Silencio. Oswaldo Cárdenas, a través de Innovasas facturaba medio millón de bolívares mensuales por sus trabajos en el ambulatorio Bobures.

Yumana Alcanar, a través de la sociedad Hoselca, facturaba mensualmente más de 290.000 bolívares por su actividad en el centro clínico asistencial Las Morochas.

En total, Pablo Pérez concedió durante su gestión casi 595 millones de bolívares a empresas vinculadas directa o indirectamente para la explotación de los 31 centros clínicos ambulatorios del estado Zulia.

Contratos directos

Según se desprende de la investigación, ninguno de los contratos «otorgados» directamente por él a ese grupo de empresas fue sometido a un proceso de oferta pública, de contraste de precios ni a comparación de ofertas de otras sociedades que quisieran participar en la gestión del Sistema Regional de Salud.

Todos los contratos fueron otorgados por asignación directa de Pablo Pérez a sus conocidos, diputados o personas vinculadas a Un Nuevo Tiempo que podían «colaborar» posteriormente en cualquier acto público o acción política que necesitara la cobertura económica externa para su ejecución.

Empresas beneficiadas

Las empresas beneficiadas por el Sistema Regional de Salud durante el mandato de Pablo Pérez fueron:

Imadinca, con 6,2 millones de bolívares mensuales, que operaba en los centros clínicos El Venado, Nueva Cabimas, El Corozo y Federación.

Insainca, que recibía mensualmente 620.000 bolívares y trabaja en los ambulatorios La Misión y Corito II.
Medisyst, que obtuvo casi tres millones de bolívares.

Seprosalud, que percibía 280.000 bolívares mensuales.

Suministros Médicos del Sur, facturaba mensualmente 1,6 millones de bolívares, que trabaja en los ambulatorios La Victoria y Altos de Jalisco.

Servioca, recibía mensualmente 790.000 bolívares por los trabajos que realizaba en el ambulatorio El Silencio.

Innovasas, percibía mensualmente medio millón de bolívares por trabajos realizados en el ambulatorio Bobures.

Hoselca, que percibía mensualmente 290.000 bolívares por los trabajos realizados en el centro clínico asistencial Las Morochas.

(En la edición de mañana publicaremos el reparto de más millones de bolívares en los hospitales del estado Zulia).

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