Franklin Nieves: El truhan, el granuja

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30 de octubre, 2015 - 12:14 pm
Redacción Diario Qué Pasa

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Foto: Agencias

Franklin Nieves, el fiscal del Ministerio Público que tuvo a su cargo el caso de Leopoldo López, desde antes de ponerlo preso, hasta el final del juicio, casi dos años más tarde, se encuentra prófugo del país y convertido en carga social, moral y ética para el gobierno de los EE UU.

Hombre es un truhan, un granuja, que vive de estafas y engaño. Dice haber hecho cuanto hizo en el caso del líder de Voluntad Popular, porque además de truhan, es un cobarde que achaca al miedo el haber amañado todo el proceso penal donde se le imputó la comisión de varios delitos al dirigente político, a la vez que reconoce haber preconstituido pruebas falsas y admite que adiestró testigos para que, falazmente, declararan en contra del procesado.

Es decir, en medio de la mayor desvergüenza y montando todo sobre un escenario de terror, donde como primerísimo actor el corrompido fiscal obtendría el veredicto de culpabilidad de López, tan perverso y maquiavélico hombrecillo consiguió una sentencia que terminó siendo para el condenado, de 13 años, 8 meses y 7 días.

Habiendo dibujado las condiciones morales y éticas del hombre, sabiendo que bien pudo negarse a comportarse como el delincuente que se le pedía fuera, y lo fue, pudo renunciar al cargo y dedicarse al ejercicio de su profesión para no incurrir en la ignominia.

Si hubiese sido un hombre de bien, buen hijo, buen esposo, buen padre de familia y buen ciudadano, no habría sido el delincuente que sin duda es y lo hace reo de la justicia.

Suponiendo que es un cobarde y sintió miedo, como arguye para esconder su crimen, pudo haber hecho al principio, antes de prestarse a forjar una acusación falaz contra quien él dice es inocente, lo que terminó haciendo después: marcharse a los Estados Unidos donde con tanto afecto y facilidades lo acogieron las autoridades gringas, sabiendo estas que huía después de toda cuanta cochinada hizo y relata como si fuera víctima.

Ahora sí que debe cuidarse Franklin Nieves: en el norte lo van a matar y ya montarán la escena del crimen quienes se encargarán de ejecutarlo, para hacer desaparecer a quien cobró de ellos la jugosa suma pagada al perverso hombrecito por montar el espectáculo donde se declara como lo que es: un hombre peligrosísimo para sus compinches.

¿Cuál es la razón de semejante crimen? Propalar por el mundo la convicción de que el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela es enemiga de la humanidad y promueve la violación de todos los derechos humanos y con ello, matando dos pájaros con el mismo misil, presentar a Leopoldo López, dentro y fuera de nuestro país, como mártir y héroe de la democracia.

La policía secreta estadounidense, la que junto con Franklin Nieves fraguó la parodia de las bestias, tendrá que matarlo ―no sería sino un crimen más―, para hacer desaparecer un cómplice peligrosísimo que mañana puede contar la historia donde, el gobierno de los Estados Unidos, quedaría enchiquerado como los cochinos.

Es fácil percibir que sus compañeros de ruta no pueden permitir que Nieves cuente la historia de cuanto ocurrió y quedar como cómplices de la infamia: la salida será matar al jilguero para que no cante.

 

Gastón Guisandes López

Editor


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