El cardenal, dijo que el Ejecutivo no se preocupa por los problemas de la gente y amenaza con quitar lo otorgado mediante el carnet de la patria
Foto: Agencias
Mérida – El cardenal Baltazar Porras, arzobispo de Mérida, señaló que el gobierno solo piensa en las elecciones del 20 de mayo y por eso no se preocupa por los problemas de la gente. «El gobierno realiza una campaña silenciosa entregando ayudas, obsequiando neveras, televisores y otros artefactos con tal de que la gente se inscriba para obtener el carnet de la patria y vaya a votar. Entrega ayudas para conseguir votos, si no se les amenaza con quitarles lo que se les ha dado», aseguró.
Cardenal invita a resolver problemas
Asimismo, añadió que a los representantes del Ejecutivo no les interesa resolver los problemas ni que a la gente no le alcance el dinero ni tenga para comer: «No hay recursos para alimentos ni para medicinas. El único interés del gobierno es atornillarse en el poder».
Porras, cuestionó que el pueblo no reciba eco a las protestas que realiza por fallas en los servicios públicos, como el gas o la luz. Rechazó que apenas inicia una manifestación, por pequeña que sea, es reprimida «indiscriminadamente» por piquetes policiales o de la GNB.
Reiteró que «Venezuela se desangra» ante la mirada silente del gobierno. Denunció que los responsables de conducir los destinos del país «son unos maestros en el manejo de una publicidad y en la manipulación de la verdad, que lo que genera es una creciente falta de credibilidad y no se puede tener confianza en el que niega lo que está a la vista».
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Además, dijo que, pese a que la palabra diálogo genera rechazo en varios sectores del país por las experiencias recientes, «los conflictos se resuelven de forma pacífica, pero contundente. Urge buscar soluciones a los sufrimientos de la gente. Si hay que hablar con el diablo, hay que hacerlo para buscar un remedio a este mal».
El prelado, sostuvo que el comunicado emitido por la Conferencia Episcopal el lunes, en el que se señala que los próximos comicios están deslegitimados por la crisis del país, fue debatido por los obispos hace dos semanas y se presentó ahora debido al agravamiento de la situación nacional.
Exhortó, que los obispos no temen ser atacados por el gobierno, porque se mantienen en la defensa de los intereses del pueblo.
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