2016 ha sido un año crítico en la materia, caracterizado por las fallas en la entrega de los medicamentos antirretrovirales
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«A diario recibimos decenas de llamadas y mensajes por las redes sociales de personas con VIH cargadas de gran preocupación por las fallas en la entrega de los medicamentos antirretrovirales y por la imposibilidad de hacerse los exámenes de rigor», explicó Johan León, director general de la ONG Acción Zuliana por la Vida, quien calificó como «un estado permanente de incertidumbre que no ayuda en absoluto al éxito de la terapia».
Según el activista, 2016 ha sido un año crítico en la materia, caracterizado por las fallas en la entrega de los medicamentos antirretrovirales, cuestión que atribuye a una «pésima gestión del Ministerio de Salud en cuanto a las compras a tiempo y a la distribución de estos medicamentos».
León explica que miles de personas han tenido que suspender la ingesta de la medicación durante muchos meses, y colocó como ejemplo un caso reciente en el que por más de un mes faltó el medicamento Atazanavir, y cuando llegó a las farmacias faltó el Ritonavir; «Estos dos medicamentos generalmente van combinados en una misma terapia, y cuando los usuarios se dirigían a las farmacias los devolvían con las manos vacías, primero por un medicamento y luego por el otro». Esta irregularidad en la toma puntual del medicamento genera resistencia del VIH ante el tratamiento y está llevando a muchas personas al fracaso terapéutico.
En este momento se reportan en diferentes estados de Venezuela fallas en varios medicamentos, entre ellos la Nevirapina, Ritonavir y Efavirenz. En el caso específico de la Nevirapina, León afirmó que tienen información fidedigna de que el Ministerio de Salud «ni siquiera ha realizado las compras pertinentes, las cuales en el caso de este medicamento específico y de la Lamivudina se hacen a través de un convenio con Cuba», explicó. Esto ha llevado a que se estén gestionando cambios de tratamientos de manera indiscriminada.
Fallas en las pruebas de laboratorio
Por otro lado, un motivo de gran preocupación es el referente a las pruebas específicas de laboratorio, las cuales permiten, o bien que el médico determine el inicio de la terapia o se pueda monitorear el éxito del tratamiento.
«En los últimos dos años la inestabilidad ha sido la constante; cientos de personas viajan de los municipios o de estados vecinos y tienen que regresarse sin sus exámenes porque si no falta el reactivo, falta el tubo de ensayo o las agujas o no hay aire acondicionado o la máquina está dañada, esta es una realidad que parece no importarle ni al Ministerio de Salud, ni a la Secretaría de Salud del estado Zulia», precisó León.
Finalmente, el activista hizo un llamado a las personas afectadas, tanto a usuarias y usuarios del programa de VIH como a sus familiares a alzar la voz para hacer valer sus derechos: «El silencio motivado por el estigma, la discriminación y el costo social de vivir con VIH sólo llevará a que esta realidad empeore y las personas sigan muriendo por la desidia».
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