Foto: Agencias
Nikki Haley aseveró que «la opresión sistemática del pueblo venezolano» es una «amenaza activa para toda la región» por lo que el mandatario venezolano debe proceder con la renuncia, recoge Voa Noticias.
Además, catalogó las elecciones presidenciales del próximo 20 de mayo en Venezuela como una «farsa». «No podemos permitir que Maduro presente su ‘victoria’ como una validación de su gobierno. Eso no será así», expresó.
«Cubierta falsa para un dictador»
La máxima representante de EE.UU. ante la ONU opinó que los comicios en el país suramericano, donde casi 21 millones de personas están inscritas para participar, «son una cubierta falsa para un dictador».
El discurso de Haley, donde solicita la renuncia del presidente Maduro, ocurre un día después del pronunciado por el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, quién pidió más sanciones para los altos funcionarios del Gobierno venezolano y la suspensión de las elecciones presidenciales. El Gobierno venezolano catalogó este discurso como cargado de «cinismo supremacista».
Tanto durante la alocución de Pence como la de Haley, estuvo presente un grupo de dirigentes opositores, entre los que se encuentran los prófugos de la justicia venezolana, Carlos Vecchio y David Smolansky, y el expresidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, quienes han pedido incrementar la presión sobre el país suramericano y desconocer el proceso electoral del próximo 20 de mayo.
El pasado lunes, minutos antes de la intervención del vicepresidente estadounidense, el Departamento del Tesoro de ese país anunció sanciones contra tres venezolanos y 20 empresas señaladas de lavado de dinero y vínculos con el narcotráfico.
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Rechazo enérgico
La cancillería venezolana emitió este martes un comunicado para rechazar las declaraciones de Pence por considerar que «procuran perturbar la paz» del país y repetir «la nefasta práctica de intervenciones estadounidenses» en la región, refiere AVN.
«Los voceros guerreristas de EEUU violan flagrantemente el derecho internacional en el seno de un organismo multilateral que debería velar por su respeto», continúa el texto oficial, que ratifica la voluntad de Venezuela de celebrar las elecciones presidenciales el próximo 20 de mayo y retirarse de la OEA.
Para Caracas, la «falsa preocupación» de Washington por Venezuela procura «encubrir los daños» que el gobierno norteamericano han ocasionado al país y «torcer la voluntad del pueblo» para «reapropiarse de las riquezas».
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