Un total de 19 estados de Estados Unidos (EEUU) interpusieron este lunes una demanda a la administración del presidente Donald Trump, por promulgar una regulación que permita detener por más tiempo a niños indocumentados, lo que violaría el Acuerdo Flore
EE.UU – Un total de 19 estados de Estados Unidos (EEUU) interpusieron este lunes una demanda a la administración del presidente Donald Trump, por promulgar una regulación que permita detener por más tiempo a niños indocumentados, lo que violaría el Acuerdo Flores, firmado en 1997 por la nación norteamericana, en el que se prohíbe la detención de menores por un lapso mayor a 20 días.
«Ningún niño merece ser sometido a condiciones inapropiadas y perjudiciales para su edad», y se les debe garantizar servicios médicos y de bienestar, dijo el fiscal general de California, Xavier Becerra, en una conferencia de prensa en Sacramento para presentar la demanda, citado por la agencia de noticias española EFE.
El pasado jueves, el gobierno de Trump puso en marcha una nueva regulación para eliminar los límites de tiempo que pueden permanecer encarcelados los niños migrantes, lo cual permitiría mantenerlos detenidos por periodos más largos junto a sus familiares. De acuerdo con Trump, esta resolución permitía que los indocumentados llegaran a la frontera con niños, para luego ser liberados en el lapso de tiempo establecido en el acuerdo de 1997.
Por su parte, el gobernador de California – estado que ha presentado 57 demandas contra la Administración Trump tras desacuerdos en inmigración, atención médica y medio ambiente – Gavin Newsom, señaló que con estas acciones el mandatario estadounidense «está haciendo caso omiso a los derechos humanos básicos y está utilizando niños inmigrantes indefensos como peones políticos para promover su agenda ideológica».
A esta demanda también se suman los estados de Connecticut, Delaware, Illinois, Maine, Maryland, Michigan, Minesota, Nevada, Nueva Jersey, New Mexico, New York, Oregón, Pensilvania, Rhode Island, Vermont, Virginia, Washington, y el Distrito de Columbia.
Desde junio de 2018, el Gobierno de Estados Unidos ha separado a más de 900 niños de sus padres, de acuerdo a un informe presentado por la Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés).
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