Madrid — Reino Unido, Alemania y Turquía decidieron inmovilizar sus Airbus A400M a la espera de los resultados de la investigación sobre el accidente del sábado en Sevilla, el primero de este avión de transporte militar, en el que murieron cuatro personas.
Los supervivientes del accidente, un mecánico y un ingeniero, estaban en situación grave pero estable en dos hospitales de Sevilla.
El avión, que iba a ser entregado al ejército turco en junio, se estrelló en un campo al norte del aeropuerto de la ciudad, tras golpear una línea de alta tensión mientras, al parecer, intentaba aterrizar de emergencia. Realizaba un vuelo de pruebas cuando se estrelló.
Es el primer accidente de ese avión, un mastodonte con hélices de más de cinco metros de diámetro, ensamblado en la sede de Airbus Military en Sevilla.
La Guardia Civil española abrió una investigación para averiguar las causas del accidente, y el constructor europeo Airbus envió un equipo de expertos para ayudar a las autoridades. Los investigadores podrán contar con las grabaciones de las cajas negras del aparato.
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