Se cierra el cerco del impeachment

Testigos en favor de Rousseff ratifican su inocencia

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28 de agosto, 2016 - 11:30 am
Agencias

Se necesitan 54 de los 81 votos posibles para consumar la caída de la presidenta suspendida Dilma Rousseff

Foto: Agencias

Brasil — El Senado brasileño escuchó ayer sábado los últimos testigos de la defensa de Dilma Rousseff, antesala del alegato que dará la propia presidenta en el juicio político que se encamina a destituirla definitiva.
El tercer día del impeachment de Rousseff, separada del poder y acusada de adulterar las cuentas públicas para asegurar su reelección en 2014, práctica vedada por la Constitución que según sus detractores siguió tras asumir, tuvo el testimonio de una figura de su gobierno: el exministro de Hacienda Nelson Barbosa.

«No hay como hablar de ilegalidades», dijo Barbosa tras detallar que la edición de unos decretos que le endilgan a Rousseff haber aprobado a espaldas del Congreso respetaron la Constitución.
«La presidenta tiene un gran respeto por el Congreso», añadió al ser interrogado por senadores pro impeachment.

Las cinco votaciones previas a la sentencia que se conocería entre el martes y el miércoles fueron favorables a condenar a la primera mujer en presidir Brasil.

Luiz Gonzaga Belluzzo, economista y catedrático universitario, intervino en el juicio como informante y no como testigo, resaltó que no logró descubrir en el proceder de Rousseff algún elemento que justifique el impeachment que ahora está en marcha.

Se necesitan 54 de los 81 votos posibles para consumar la caída y segar un ciclo de cuatro gobiernos consecutivos del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Luiz Inácio Lula da Silva. El gobierno de Michel Temer, vicepresidente que sucedió interinamente a Rousseff, espera obtener unos 60 votos en la rueda final.

Las sesiones previas estuvieron signadas por cruces de alto voltaje, descalificación de testigos e insultos cara a cara que obligaron a suspender los trabajos al menos tres veces en la sesión.

Con más de la mitad de los senadores con causas pendientes o bajo investigación, la sombra de la corrupción sobrevuela el recinto.

Fue la senadora Gleisi Hoffmann (PT), también bajo la lupa de la justicia, abrió la caja de Pandora el primer día al cuestionar la moral del Senado para juzgar a Rousseff.

La mandataria de 68 años jugará su última carta el lunes cuando enfrente a sus acusadores durante el alegato de la defensa que hará personalmente.

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