Vaticano — El sínodo se aproxima a su fin dividido aún ante el debate de si se debe seguir negando sacramentos a divorciados que se vuelvan a casar por lo civil. Ante tal coyuntura, prevalece la idea de que sea el Papa quien decida finalmente, o que incluso se deje el tema para futuras reuniones.
Según el tercero de los resúmenes de los diferentes grupos lingüísticos de los participantes del sínodo, todo parece indicar que los padres sinodales evitarán tomar decisiones.
Comente