Foto: AFP
Volnovaha — Separatistas prorrusos mataron a 17 soldados ucranianos en el este de Ucrania ayer, en los ataques más mortíferos desde que el gobierno interino ucraniano lanzó una operación contra los que llama «terroristas», en zonas rusohablantes del país.
Estos ataques también dejaron unos 20 heridos, en las regiones de Lugansk y Donetsk, tres días antes de la celebración de unas elecciones presidenciales consideradas cruciales para superar la crisis que sacude al país.
Además, insurgentes armados prorrusos ocuparon cuatro minas de carbón en la región separatista de Lugansk, según el ministerio ucraniano de energía.
Mientras que Moscú anunció que cuatro convoyes ferroviarios habían transportado blindados y armamentos desde la zona fronteriza hasta sus cuarteles y que 15 aviones habían hecho lo propio.
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