La exmandataria tiene 30 días para desalojar el Palacio Presidencial y se mudará a Porto Alegre
Foto: Agencias
Brasil — La expresidenta brasileña Dilma Rousseff arremetió contra el proceso que derivó en su destitución esta semana y prometió mantenerse como una fuerte opositora del nuevo gobierno.
Rousseff dijo que la próxima semana se mudará de regreso a su ciudad natal en Porto Alegre, en el sur de Brasil, ya que cuenta con 30 días para desalojar el palacio presidencial.
El pasado miércoles, el Senado aprobó la destitución de Rousseff por violar las leyes de responsabilidad fiscal en su administración del presupuesto federal. La primera mujer en ocupar el cargo en la historia de Brasil rechazó cualquier irregularidad y a menudo resaltó que mandatarios previos utilizaron medidas contables similares.
Rousseff afirmó que no ha desarrollado un plan a largo plazo respecto a su futuro, pero que no desaparecerá de la vida pública. «No tengo planes políticos de Gobierno, pero sí tengo planes políticos. Me opondré a este gobierno», subrayó.
Rousseff también realizó fuertes declaraciones sobre Michel Temer, quien fuera su vicepresidente antes de tomar el cargo tras su destitución. Ambos fueron aliados que se convirtieron en enemigos, y Rousseff acusó a Temer de encabezar el proceso para su salida.
La exmandataria señaló que si Temer no gobierna en la plataforma que ambos presentaron en 2010 y 2014, el pueblo verá su mandato como ilegítimo.
Rousseff añadió que no dudará en levantar la voz en caso que el gobierno de Temer intente tomar medidas enérgicas contra los manifestantes. Desde su destitución, varias protestas contra Temer han sido desarticuladas por la policía.
Rousseff apeló su destitución ante la corte superior de su país. Se desconoce la fecha en que el tribunal emitirá su fallo, pero durante el largo proceso de juicio político varias apelaciones fueron rechazadas.
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