Foto: Agencias
Brasilia — El Tribunal de Cuentas, órgano auditor del Estado brasileño, emplazó ayer a la mandataria suspendida Dilma Rousseff, a aclarar diversas irregularidades contables detectadas en los resultados fiscales de su Gobierno en 2015.
La presidenta, separada de sus funciones desde el pasado 12 de mayo para responder a un juicio político que se fundamenta en esas irregularidades, tendrá un plazo de treinta días para responder a las dudas sobre esos balances, según anunció ayer ese tribunal.
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