Adén — Al frente de una coalición de países árabes, Arabia Saudita lanzó en la noche del jueves nuevos ataques aéreos en Yemen para frenar el avance de rebeldes chiitas, que contarían con el apoyo de Irán.
En momentos en que el presidente yemení Abd Rabo Mansur Hadi, viajaba a El Cairo para participar en una cumbre de los países árabes y buscar apoyo en el exterior, el líder de los rebeldes chiitas hutíes, Abdel Malek al Huti, calificó de «injustificada» la «agresión criminal opresiva» de la coalición liderada por Riad.
Fuertes explosiones sacudieron la capital yemení durante la madrugada, donde la defensa antiaérea replicó a lo que los testigos consideraron como nuevos ataques de esta coalición, que ya había bombardeado esta ciudad, así como otras zonas del país.
Además de Arabia Saudita, Bahréin, Kuwait y Catar, países del Golfo vecinos de Yemen, la operación militar cuenta, entre otros, con la participación de Egipto, Jordania, Sudán, Pakistán o Marruecos, según distintas fuentes. Estados Unidos prometió apoyo logístico y de inteligencia a la coalición militar liderada por Arabia Saudita, pero sin participar directamente.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sostuvo ayer «que a pesar de la escalada, las negociaciones siguen siendo la única opción para resolver definitivamente la crisis en Yemen».
Desde que los rebeldes empezaron a amenazar su bastión de Adén, se logró confirmar ayer el paradero del presidente yemenita, considerado como legítimo por la ONU. Yemen es el único país de la Primavera Árabe donde el levantamiento popular llevó a la salida negociada del presidente, sustituido por quien era su vicepresidente, Abd Rabo Mansur Hadi
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