Foto: AFP
Tokio — El poderoso tifón Neogur golpeó ayer las islas de Okinawa, en el sur de Japón, dejando ya dos muertos y obligando a más de medio millón de personas a refugiarse en un lugar seguro.
Se registraron ráfagas de viento de hasta 216 kilómetros por hora y lluvias torrenciales, lo cual motivó que se cancelaran cientos de vuelos, al igual que los trayectos en barco entre las islas.
En la capital, Naha, los semáforos dejaron de funcionar y las televisiones mostraban imágenes de calles desiertas barridas por vientos violentos y lluvias torrenciales, con árboles caídos, ramas rotas en las carreteras y el océano completamente desencadenado.
La guardia costera y la policía afirmaron que se halló muerto a un hombre de 62 años, tras haberse caído de su barco en aguas agitadas, cerca de la tierra firme.
Comente