Daimar Álvarez, la joven de nacionalidad venezolana asesinada por su esposo, Erick Hernández Ramos, realizó hace unas semanas un parrillada para recolectar fondos y poder realizarle exámenes a su pareja que había estado sufriendo constantes convulsiones y no lo habían podido diagnosticar.
“Hola, esta es una invitación para una parrillada que se llevará a cabo el día sábado a las 11:00 am, en Av. Naciones Unidas 1430 (Barbería Barbaros) frente al gimnasio Naciones, el costo de la parrillada será de S/15.00”, señalaba un mensaje que publicó en la red social Facebook.
La mujer había detallado que estaba realizando el evento para poder realizar una resonancia magnética y comprar medicamentos para Hernández, quien había estado convulsionando desde hace semanas, pese a que nunca había presentado esa clase de ataques, según reseñó un portal peruano.
“Se necesitan hacer más exámenes y no contamos con mucho dinero, por eso hoy estamos pidiendo de su colaboración para que asista a la parrillada, coma rico y además ayude a una noble causa. Si no puedes asistir igual rueda esta cadena o aporta tu granito de arena, estarás ayudando a un venezolano a levantarse y seguir en la lucha de sus sueños y los de su familia”.
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Pasadas las 12:00 am, de este 7 de noviembre Hernández asesinó a puñaladas a Álvarez y al bebé de un año de ambos, mientras dormían. Asimismo, apuñaló hasta la muerte a Daniel Fragoza, quien era esposo de su hermana Yeisy Hernández que también resultó herida junto a su bebé de dos años.
Posterior a la masacre, Hernández se apuñaló en el abdomen, se lanzó de un piso 2 y logró avanzar tres cuadras más allá del lugar del crimen pero murió desangrado.
El hombre tenía aproximadamente seis meses en la nación inca junto a su familia pero debido a los problemas de salud que había presentado no conseguía trabajo y presuntamente se encontraba bajo una depresión.
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