Mosul — Insurgentes iraquíes tomaron ayer por primera vez el control de toda la provincia de Nínive, y luego se apoderaron de sectores de las provincias de Kirkuk y Saladino, ante fuerzas de seguridad incapaces de frenar su avance.
Tras perder el control de Nínive, el gobierno iraquí dijo que suministrará armas a ciudadanos voluntarios para luchar contra los insurgentes.
Los rebeldes también cometieron un atentado en Baquba en el que murieron una veintena de personas que asistían a un funeral.
Irak está viviendo una espiral de violencia que ha dejado más de 4.660 muertos desde principios de 2014, según fuentes iraquíes.
El jefe del parlamento Osama al Nujaifi anunció que los rebeldes habían tomado el control de Nínive, una provincia mayoritariamente sunita con importantes yacimientos petrolíferos.
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