Florida — Las autoridades de EE UU localizaron los primeros cuerpos de los once soldados desaparecidos y dados por muertos, tras accidentarse en aguas del golfo de México un helicóptero en el que se entrenaban en una base aérea del noroeste de Florida. Encontraron también el sitio exacto donde el Black Hawk se precipitó en medio de una densa niebla y desvanecieron con ello la esperanza de hallar sobrevivientes.
Algunos restos humanos llegaron a las costas, aunque las cuadrillas seguían considerando su misión de búsqueda y rescate. El coronel Monte Cannon, quien supervisa las labores, afirmó que «en este momento, no tenemos esperanza de hallar sobrevivientes y nuestra búsqueda ya no es de rescate sino de recuperación».
Portavoces de la base explicaron que las autoridades investigan las causas del siniestro, pero que aún es muy temprano para determinar si la densa neblina en el área tuvo algo que ver.
Entretanto, expertos meteorológicos señalaron que los bruscos cambios climáticos en el área del accidente y la poca visibilidad debido a la neblina, pudieron haber influido en el accidente.
El aparato se estrelló durante una maniobra de entrenamiento rutinaria en una playa entre Pensacola y Destin, un lugar habitualmente utilizado por los militares como campo de pruebas, agregaron las fuentes.
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